La madrugada de este jueves, un hecho violento sacudió al municipio de Santiago Amoltepec, en la Sierra Sur de Oaxaca: el presidente municipal, Mario Hernández García, fue asesinado en una emboscada. El ataque, que también dejó dos personas muertas, ocurrió en el paraje conocido como El Tablero, cerca de la comunidad de El Mamey.
Según reportes, Hernández García regresaba de la festividad de San Isidro Labrador en Llano Tigre cuando fue atacado. Los agresores, aún no identificados, dispararon contra la camioneta en la que viajaba el edil, quien iba acompañado por elementos de seguridad. La violencia de los hechos ha generado conmoción en la región.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca confirmó el asesinato y desplegó un equipo multidisciplinario para investigar. Además del presidente municipal, un chofer y un policía municipal perdieron la vida. Dos personas más resultaron heridas, aunque su estado de salud no ha sido precisado.
El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, se pronunció sobre el crimen a través de redes sociales. Condenó el ataque y aseguró que su gobierno apoyará a la Fiscalía para esclarecer los hechos. Sin embargo, las palabras de Jara no han calmado la inquietud de los habitantes de Santiago Amoltepec.
Este no es el primer episodio de violencia en el municipio. En enero de 2025, el hermano del edil, Laurencio Hernández, fue asesinado en un ataque armado. En 2023, cinco personas, incluidos tres hijos de un exalcalde, perdieron la vida en un enfrentamiento frente al palacio municipal.
La región de la Sierra Sur lleva años marcada por conflictos territoriales, disputas políticas y la presencia de grupos armados. Estos factores han contribuido a un clima de inseguridad que parece no dar tregua. La muerte de Hernández García se suma a una lista de ataques contra funcionarios en Oaxaca.
La población de Santiago Amoltepec vive ahora en un estado de luto y tensión. Los habitantes han descrito el ataque como una masacre y exigen la intervención de autoridades estatales y federales para garantizar la seguridad. La falta de avances en casos previos alimenta la desconfianza.
Mientras las investigaciones continúan, el asesinato de Mario Hernández pone en evidencia los retos que enfrenta Oaxaca en materia de seguridad. La impunidad y la violencia siguen siendo heridas abiertas en municipios como Santiago Amoltepec, donde la paz parece cada vez más lejana.