Este 15 de mayo, la Ciudad de México se encuentra en caos por una megamarcha convocada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Miles de maestros han tomado las calles para conmemorar el Día del Maestro, pero no con festejos, sino con protestas que exigen atención inmediata del gobierno de Claudia Sheinbaum.
La movilización comenzó a las 9 de la mañana, partiendo desde puntos clave como el Ángel de la Independencia y el Monumento a la Revolución, con destino al Zócalo capitalino. Las principales vialidades, como Paseo de la Reforma, Avenida Juárez y el Eje Central, están colapsadas, afectando la movilidad de millones de capitalinos.
Entre las demandas de los docentes destaca la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, que consideran perjudicial para sus derechos laborales. También piden la cancelación de reformas educativas de administraciones pasadas y un aumento significativo al presupuesto para la educación pública.
La CNTE, liderada por secciones de estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero, ha anunciado un paro nacional y un plantón indefinido en el Zócalo. Estas acciones buscan presionar al gobierno federal, que hasta ahora no ha dado respuestas claras a las peticiones del magisterio.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha intentado calmar las aguas. En febrero, la presidenta aseguró que cualquier reforma a la Ley del ISSSTE beneficiará a los maestros y no afectará sus derechos. Sin embargo, los docentes consideran estas promesas insuficientes y exigen hechos concretos.
Las autoridades capitalinas han recomendado a los automovilistas evitar el centro de la ciudad y usar vías alternas como Avenida Chapultepec o el Circuito Interior. Sin embargo, el impacto de la marcha es innegable, con reportes de caos vial y retrasos en el transporte público.
Mientras los maestros instalan sus campamentos en el Zócalo, la tensión entre el magisterio y el gobierno creceTape. La CNTE ha dejado claro que no levantará el plantón hasta que sus demandas sean atendidas, lo que podría prolongar las afectaciones en la capital.
Este Día del Maestro, lejos de ser una celebración, se ha convertido en un grito de lucha para los docentes. La ciudadanía, atrapada en el caos vial, observa cómo la inconformidad del magisterio pone en jaque a la Ciudad de México.