En 2024, la violencia en México dejó una factura devastadora: 4.5 billones de pesos, equivalentes al 18% del Producto Interno Bruto (PIB). Así lo revela el Índice de Paz México 2024, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, que pone en evidencia la magnitud de un problema que sigue sin control.
Aunque el costo económico de la inseguridad disminuyó ligeramente respecto a 2023, cuando alcanzó los 4.9 billones de pesos, la cifra sigue siendo alarmante. Los homicidios representaron el 38% de este impacto, con un costo de 1.7 billones de pesos, mientras que los crímenes violentos, como robos y asaltos, sumaron 1.5 billones.
El informe destaca que el gasto en seguridad pública y justicia en México es insuficiente. En 2024, el país destinó apenas el 0.7% de su PIB a estas áreas, menos de la mitad del promedio en América Latina y los países de la OCDE. Esta falta de recursos agrava la situación, dejando a la población desprotegida.
La delincuencia organizada sigue siendo el principal motor de la violencia. Desde 2015, las extorsiones han aumentado un 45.5% y los delitos relacionados con drogas al menudeo han crecido un 161%. Estos números reflejan un panorama donde el crimen se ha enquistado en la vida diaria de los mexicanos.
A pesar de una mejora marginal del 0.7% en los niveles de paz, el informe advierte que las tasas de homicidios y crímenes con armas de fuego siguen siendo preocupantes. México registró 23 muertes por cada 100 mil habitantes en 2024, una cifra que, aunque menor a años anteriores, sigue siendo inaceptable.
La percepción de inseguridad también es un problema grave. El 73.6% de la población considera que vive en un estado inseguro, aunque esta cifra ha mejorado desde 2018. Expertos señalan que el miedo no siempre corresponde con las experiencias directas de violencia, lo que podría indicar una normalización de este fenómeno.
El informe critica la falta de una estrategia clara en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, que dejó un legado de impunidad y corrupción. Aunque la nueva administración de Claudia Sheinbaum muestra señales prometedoras, como mayores decomisos y arrestos, aún es pronto para evaluar su impacto real.
Para revertir esta crisis, el estudio recomienda fortalecer las instituciones de justicia, combatir la corrupción y crear oportunidades económicas para los jóvenes. Sin estas medidas, la violencia seguirá siendo una sombra que afecta no solo la economía, sino la calidad de vida de millones de mexicanos.
El costo de la violencia en 2024 fue seis veces mayor que el gasto público en salud y cinco veces superior al presupuesto para educación. Estas cifras muestran que los recursos se diluyen en contener un problema que el gobierno no ha sabido atacar de raíz.
México enfrenta un desafío monumental. La violencia no solo se mide en números, sino en el temor cotidiano de sus habitantes y en un futuro incierto para el país. La pregunta sigue siendo si las autoridades podrán romper este ciclo que parece no tener fin.

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La violencia en México: un costo económico que paraliza al país en 2024
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