En un operativo que ha desatado indignación, la Comisión Federal de Electricidad irrumpió en Nuevo Laredo para combatir los llamados “diablitos”, pero terminó cortando la luz a un hospital y una escuela.
El Centro Hospitalario Laredo fue uno de los afectados. Personal de la CFE, acompañado por elementos del Ejército y la Guardia Nacional, llegó sin identificarse ni notificar a las autoridades del nosocomio.
Pacientes y médicos vivieron momentos de pánico ante la presencia de encapuchados que, sin previo aviso, intentaron desconectar el suministro eléctrico. La acción puso en riesgo la vida de personas que dependen de atención médica urgente.
Directivos del hospital exigieron a la CFE mostrar identificaciones y notificaciones formales, pero no получили respuestas claras. La falta de protocolo ha generado una ola de críticas contra la paraestatal.
Por si fuera poco, el Instituto Cultural Educativo Nuevo Laredo también sufrió las consecuencias. Más de 80 estudiantes se quedaron sin luz en plena jornada escolar tras un operativo que incluyó más de 10 vehículos militares.
Roberto Hernández, jefe de mantenimiento del plantel, denunció que nadie se identificó ni explicó las razones del corte. Los soldados intimidaron al personal cuando intentaron pedir aclaraciones.
Juan Alberto Mass, contador del instituto, aseguró que la escuela está al corriente con los pagos y que incluso la CFE había cambiado el medidor días antes. La acción parece injustificada y desproporcionada.
Vecinos de la zona reportaron temor ante el despliegue militar, que incluyó el cierre de calles. La CFE justificó el operativo como una medida contra el robo de energía, pero no explicó por qué afectó a instituciones críticas.
El caso ha encendido las redes sociales, donde los ciudadanos cuestionan la falta de transparencia y el uso excesivo de fuerza. La CFE, hasta ahora, no ha emitido un comunicado oficial que aclare este desastre.
Este operativo fallido pone en evidencia la desorganización y el abuso de autoridad en acciones que, en teoría, buscan combatir la ilegalidad, pero terminan afectando a los más vulnerables.