El Senado de México ha levantado la voz con fuerza contra una propuesta que buscaba imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas por migrantes desde Estados Unidos. La iniciativa, impulsada por el legislador republicano Jason Smith, fue calificada como arbitraria e injusta por los senadores mexicanos, quienes advierten que dañaría las economías de ambos países.
La Junta de Coordinación Política del Senado, en un acuerdo unánime, expresó su rechazo rotundo a esta medida. Argumentaron que las remesas son el fruto del trabajo honesto de millones de migrantes que no solo sostienen a sus familias en México, sino que también fortalecen la economía estadounidense. Este pronunciamiento refleja la importancia de proteger los derechos de los trabajadores migrantes.
Los senadores hicieron un llamado a la mesura, destacando que un impuesto de este tipo desincentivaría el uso de canales formales para enviar dinero. Esto podría empujar a los migrantes a recurrir a vías informales, fuera del sistema financiero, lo que generaría más problemas que beneficios. La propuesta, según los legisladores, no considera las complejidades de la migración ni el impacto en las familias que dependen de estos recursos.
Además, se subrayó que los migrantes en Estados Unidos ya pagan impuestos, independientemente de su estatus migratorio. Imponer un gravamen adicional a las remesas sería, en palabras del Senado, una “doble tributación” injusta. Este argumento pone en evidencia la falta de equidad en la iniciativa estadounidense y su potencial para afectar a los más vulnerables.
El comunicado firmado por líderes de todos los partidos en el Senado, incluyendo Morena, PAN, PRI, PVEM, PT y Movimiento Ciudadano, resalta la unidad de México frente a esta amenaza. Los senadores coincidieron en que las remesas son un pilar económico clave, representando cerca del 4% del PIB mexicano, con un récord de casi 65 mil millones de dólares en 2024.
La propuesta de Smith forma parte de un proyecto más amplio en Estados Unidos, conocido como “The One, Big, Beautiful Bill”. Sin embargo, los senadores mexicanos argumentan que esta medida va en contra del espíritu de cooperación y libre comercio que promueve el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En lugar de construir puentes, el impuesto crearía barreras económicas.
El rechazo del Senado no solo es una defensa de los migrantes, sino también un mensaje claro sobre la necesidad de diálogo entre naciones. Los legisladores insistieron en que las relaciones entre México y Estados Unidos deben basarse en el entendimiento mutuo, no en medidas que perjudiquen a las comunidades más trabajadoras.
Este pronunciamiento llega en un momento crítico, cuando las políticas migratorias en Estados Unidos se han endurecido. La posibilidad de impuestos o deportaciones masivas sigue generando incertidumbre, pero la postura del Senado mexicano demuestra un compromiso firme con la justicia y la protección de sus ciudadanos en el extranjero.
La economía mexicana, que depende en gran medida de las remesas, podría enfrentar serias consecuencias si medidas como esta prosperan. Estados como Chiapas y Jalisco, donde estos ingresos son vitales, serían particularmente afectados. Por ello, el Senado ha instado al legislativo estadounidense a reconsiderar esta propuesta y optar por soluciones que beneficien a ambas naciones.
En un mundo donde las divisiones parecen crecer, México apuesta por tender puentes y defender el esfuerzo de sus migrantes. La decisión del Senado es un paso firme para evitar que se castigue a quienes, con su trabajo, sostienen a dos países.

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Senado Mexicano Rechaza Propuesta de EU para Gravar Remesas: ¡Un Golpe a la Injusticia!
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