Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

¡La estrategia de seguridad de García Harfuch tambalea! La violencia no cede y los resultados no llegan

Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, insiste en que su estrategia para combatir la violencia en México está funcionando. Sin embargo, los hechos parecen contar otra historia: la inseguridad sigue azotando al país, y las promesas de paz se diluyen ante una realidad implacable. En una reciente declaración, el funcionario afirmó que los índices delictivos han disminuido, pero la percepción ciudadana y los reportes diarios de violencia contradicen su optimismo.
El secretario destacó que en el primer trimestre de 2025 se registró la menor cantidad de homicidios desde 2018. Según sus datos, se han detenido a más de 18 mil presuntos delincuentes y destruido más de 800 laboratorios clandestinos. Estas cifras, presentadas como un gran logro, no logran convencer a una población que vive con miedo en estados como Sinaloa, Guanajuato y Jalisco, donde los enfrentamientos entre grupos criminales no dan tregua.
La estrategia de seguridad del gobierno de Claudia Sheinbaum, encabezada por García Harfuch, se basa en cuatro ejes: atención a las causas, fortalecimiento de la Guardia Nacional, inteligencia e investigación, y coordinación con estados. Sin embargo, estos puntos parecen más un discurso repetido que una solución efectiva. La violencia persiste, y las detenciones de alto impacto no han logrado desmantelar las redes criminales que operan con impunidad en gran parte del país.
En Sinaloa, por ejemplo, la guerra interna del Cártel de Sinaloa ha dejado cientos de muertos desde septiembre de 2024. García Harfuch reconoció que pacificar la entidad no será “de la noche a la mañana”, pero esta declaración suena a excusa para muchos ciudadanos que exigen resultados inmediatos. Los decomisos de droga, como el de una tonelada de fentanilo, son presentados como éxitos, pero no frenan la ola de homicidios y robos que afectan a la población.
El gobierno federal insiste en que la coordinación con las fuerzas armadas y las autoridades locales está rindiendo frutos. Sin embargo, los enfrentamientos en Culiacán y otras zonas de Sinaloa muestran que la presencia militar no ha sido suficiente para contener a los grupos delictivos. La ciudadanía, atrapada en el fuego cruzado, sigue esperando acciones concretas que devuelvan la tranquilidad a sus comunidades.
García Harfuch también ha defendido el uso del Centro Nacional de Inteligencia, asegurando que no se utilizará con fines políticos. Esta promesa busca calmar las críticas sobre un posible mal uso de las instituciones, pero no aborda el problema de fondo: la falta de resultados visibles en las calles. La percepción de inseguridad sigue en aumento, y las estadísticas oficiales no logran cambiar esa realidad.
En el Senado, el secretario enfrentó cuestionamientos sobre la efectividad de su estrategia. Aunque afirmó que los avances son “medibles y concretos”, reconoció que los problemas de seguridad no se resolverán en seis meses. Esta admisión, lejos de generar confianza, refuerza la idea de que el gobierno carece de un plan claro para enfrentar la crisis que vive el país.
La estrategia de seguridad de García Harfuch, respaldada por Sheinbaum, parece atrapada en un ciclo de promesas y resultados parciales. Mientras el gobierno celebra detenciones y decomisos, los ciudadanos enfrentan una violencia que no cede. La pregunta sigue en el aire: ¿cuándo se verá una verdadera disminución de la inseguridad en México?

Compartir:

Noticias Relacionadas