El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió al mundo al anunciar el levantamiento de todas las sanciones impuestas a Siria. Este anuncio se realizó tras una conversación con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un evento en Riad. La decisión marca un cambio significativo en la postura estadounidense hacia el país árabe, que ha enfrentado sanciones durante décadas.
La medida busca dar a Siria, ahora bajo un gobierno de transición tras la caída de Bashar al Assad en diciembre de 2024, una oportunidad para reconstruir su economía y estabilizar la región. Trump destacó que las sanciones, impuestas originalmente por los crímenes del régimen de Assad, han obstaculizado el desarrollo del pueblo sirio. Según el mandatario, esta acción permitirá a Siria iniciar un nuevo capítulo en su historia.
El anuncio llega en un momento clave, cuando Siria enfrenta una profunda crisis económica. Las sanciones, que comenzaron en 1979 y se intensificaron durante la guerra civil, han restringido el comercio, las finanzas internacionales y la reconstrucción del país. Damasco, en bancarrota, necesita urgentemente la inyección de recursos para reactivar sectores clave como la energía y las infraestructuras.
El gobierno interino sirio, liderado por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham, celebró la decisión. El ministro de Exteriores sirio, Asaad al-Shaibani, expresó que el levantamiento de sanciones es un paso hacia la paz y el desarrollo. Sin embargo, la comunidad internacional observa con cautela, exigiendo que el nuevo régimen respete los derechos humanos y las minorías.
Arabia Saudí y Turquía, aliados clave en la región, respaldaron la iniciativa. El príncipe Faisal bin Farhan, ministro saudí, señaló que las sanciones frenan las aspiraciones de los sirios. Por su parte, Erdogan destacó la importancia de preservar la integridad territorial de Siria, especialmente frente a las milicias kurdas en el noreste del país.
La Unión Europea también ha mostrado interés en aliviar las sanciones, aunque de manera gradual. Los ministros de Exteriores de la UE han propuesto relajar las restricciones en sectores como la energía y las finanzas, pero mantienen las sanciones contra el comercio de armas y figuras cercanas a Assad. La transición política inclusiva es una condición para avanzar.
Críticos de la medida advierten sobre los riesgos de actuar con rapidez. La comunidad internacional teme que, sin garantías claras, el levantamiento de sanciones pueda fortalecer a grupos extremistas. Además, la presencia de Israel en territorios sirios, como el monte Hermón, sigue siendo un punto de tensión en la región.
El futuro de Siria dependerá de la capacidad de su gobierno para cumplir con las expectativas internacionales. La eliminación de sanciones podría abrir la puerta a una mayor cooperación regional, pero también plantea desafíos. La reconstrucción de un país devastado por años de conflicto no será una tarea sencilla.
Trump, por su parte, defendió su decisión como un esfuerzo para dar a Siria una oportunidad de grandeza. Sus palabras resonaron en Riad, donde fue recibido con entusiasmo. La región, y el mundo, esperan ahora los próximos pasos en este complejo escenario geopolítico.

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Trump anuncia el levantamiento de sanciones a Siria: Un giro inesperado en la política internacional
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