¡Vaya jugada de Morena! En una decisión que sacude los pasillos de San Lázaro, el partido oficialista acordó respaldar un dictamen que tira por la borda el desafuero del diputado Cuauhtémoc Blanco, acusado de intento de violación por su propia hermana. La votación terminó con 291 a favor, 158 en contra y 12 abstenciones, dejando claro quién manda aquí.
El exfutbolista y exgobernador de Morelos seguirá protegido por su fuero, mientras promete comparecer ante las autoridades. Pero, ¿qué tan creíble es eso? Ricardo Monreal, líder de la bancada morenista, salió a decir que Blanco irá voluntariamente a la Fiscalía de Morelos, aunque con su inmunidad intacta no hay mucho que temer.
La Sección Instructora, dominada por Morena y aliados, justificó el carpetazo alegando “inconsistencias jurídicas” en la investigación. Sin embargo, las críticas no se hicieron esperar: legisladoras de oposición y hasta algunas de Morena acusaron al partido de encubrir a uno de los suyos, traicionando su supuesto compromiso con las mujeres.
Mientras tanto, el PAN y el PT se desmarcaron, votando en contra y exigiendo justicia. Pero con el PRI y el PVEM alineados con Morena, el bloque oficialista impuso su mayoría. ¿Coincidencia o pacto? Esto huele a política de la vieja escuela, aunque lo vendan como “legalidad”.
Blanco, por su parte, subió a tribuna a defenderse, diciendo que todo es un ataque injustificado. Su conciencia, asegura, está tranquila. Pero la sombra de la impunidad sigue creciendo en un país donde las víctimas, una vez más, parecen quedar en segundo plano.