La carretera a Chapala, una de las vías más transitadas de Jalisco, se convirtió en escenario de protestas este lunes. Vecinos de colonias como El Tapatío, El Órgano y Las Juntitas, en Tlaquepaque, cerraron por varias horas esta importante arteria. La razón: la falta de agua potable que los ha afectado durante todo el mes de mayo, sin respuesta clara de las autoridades.
La manifestación comenzó alrededor de las 11 de la mañana, cuando decenas de personas se organizaron para bloquear tres de los cuatro carriles centrales de la carretera, en dirección al aeropuerto. Los vecinos, visiblemente frustrados, denunciaron que no han recibido ni una gota de agua en sus hogares, lo que los ha obligado a recurrir a soluciones costosas, como comprar pipas que llegan a costar hasta 500 pesos para llenar un tinaco.
La protesta provocó un caos vial en la zona. La carga vehicular se extendió desde la colonia Paseos del Lago hasta el Parque Montenegro, afectando a miles de conductores que transitaban por esta ruta. Los manifestantes, portando pancartas, exigían una solución inmediata al Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), responsable del suministro en la región.
Los habitantes de las colonias afectadas aseguraron que el problema no es nuevo. A pesar de las promesas de las autoridades, la escasez de agua se ha convertido en una constante en sus comunidades. Algunos señalaron que las pipas gratuitas prometidas por el gobierno no llegan con la frecuencia necesaria, dejando a las familias en una situación crítica.
El bloqueo, que se prolongó por varias horas, generó tensiones entre los manifestantes y los automovilistas varados. Sin embargo, los vecinos insistieron en que esta medida fue necesaria para visibilizar su problemática. La falta de agua no solo afecta su vida diaria, sino que también pone en riesgo la higiene y la salud de sus familias.
Las autoridades locales, hasta el momento, no han ofrecido una solución definitiva. Aunque el gobierno de Jalisco ha implementado medidas como el reparto de pipas, los vecinos consideran que estas acciones son insuficientes. La crisis de agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara sigue siendo un desafío sin resolver.
La carretera a Chapala ha sido escenario de protestas similares en el pasado, tanto por problemas de agua como por otras demandas ciudadanas. Esta vía, crucial para conectar Guadalajara con el municipio de Chapala, se ha convertido en un punto de presión para los habitantes que buscan ser escuchados por las autoridades.
El descontento de los manifestantes refleja una problemática más amplia en Jalisco, donde la gestión del agua ha sido cuestionada en repetidas ocasiones. Mientras tanto, los ciudadanos afectados esperan que sus acciones generen un cambio real y no solo promesas vacías de las autoridades.