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Alerta en Nuevo León: el gusano barrenador amenaza la ganadería

Un peligro silencioso acecha al sector ganadero de Nuevo León. El gusano barrenador, una plaga devastadora, podría llegar a la región y poner en riesgo miles de cabezas de ganado. Esta larva, producida por la mosca Cochliomyia hominivorax, se alimenta de tejido vivo y causa una enfermedad conocida como miasis, que afecta principalmente al ganado, pero también puede infestar a otros animales e incluso a humanos.
El diputado local de Movimiento Ciudadano, Armando Víctor Gutiérrez, ha levantado la voz para advertir sobre esta amenaza. En un esfuerzo por proteger la economía ganadera, Gutiérrez promueve un Punto de Acuerdo que busca implementar medidas preventivas urgentes. La ganadería en Nuevo León es un pilar económico, con 5.5 millones de hectáreas dedicadas a esta actividad, representando el 68.7 por ciento de la producción agropecuaria del estado.
La plaga ya ha causado estragos en Centroamérica, y su avance hacia México es una preocupación creciente. La introducción del gusano barrenador podría generar pérdidas millonarias, estimadas en 3 mil millones de dólares, debido a la posible suspensión de exportaciones de ganado mexicano a Estados Unidos. Este escenario pondría en jaque a los productores locales, quienes dependen en gran medida del comercio internacional.
Gutiérrez ha propuesto cerrar temporalmente la frontera sur de México para evitar la entrada de ganado infectado. Esta medida, según el diputado, es crucial para proteger no solo a Nuevo León, sino a toda la industria ganadera nacional. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural ha sido exhortada a tomar acciones inmediatas para controlar y erradicar esta plaga.
El diputado también ha señalado la importancia de combatir el tráfico ilegal de ganado, una práctica que facilita la propagación del gusano barrenador. La movilización descontrolada de animales sin inspecciones sanitarias adecuadas es un riesgo que podría introducir la mosca en la región. Por ello, se ha pedido a los 51 municipios de Nuevo León coordinarse para fortalecer los controles.
Otro aspecto clave es la modernización del Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado (SINIIGA). Gutiérrez insiste en que actualizar este sistema mejoraría la trazabilidad del ganado importado, permitiendo un control más efectivo. Además, ha solicitado campañas de capacitación para que los productores estén mejor preparados para identificar y reportar casos de miasis.
La amenaza del gusano barrenador no es solo económica, sino también sanitaria. Esta plaga puede infestar heridas superficiales en animales y humanos, causando infecciones graves. En el ganado, las larvas se alimentan de la carne, lo que puede llevar a la muerte del animal si no se trata a tiempo. En humanos, los casos son raros, pero no imposibles, especialmente en zonas rurales.
El sector ganadero de Nuevo León, que genera 14 mil 793 millones de pesos anuales, es el motor de muchas comunidades rurales. Protegerlo es una prioridad, y las autoridades locales y federales enfrentan el reto de actuar con rapidez. La colaboración entre productores, municipios y el gobierno será fundamental para evitar que esta plaga cruce las fronteras del estado.
Mientras tanto, los ganaderos de la región están en alerta, revisando diariamente a sus animales y reportando cualquier anomalía. La vigilancia constante y la aplicación de medidas sanitarias estrictas son la primera línea de defensa contra el gusano barrenador. La lucha apenas comienza, y el futuro de la ganadería en Nuevo León está en juego.

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