La presidenta Claudia Sheinbaum ha puesto el reflector sobre un caso que sacude la política mexicana: el retiro de la visa estadounidense a Marina del Pilar Ávila, gobernadora de Baja California, y a su esposo, Carlos Torres. En su conferencia matutina, Sheinbaum aseguró que el gobierno federal no fue notificado de esta decisión, lo que ha generado un torbellino de especulaciones y críticas.
Marina del Pilar, figura clave de Morena y presidenta de la Conferencia Nacional de Gobernadores, informó a través de redes sociales que tanto ella como su esposo perdieron sus visas de no inmigrante. La mandataria estatal atribuyó la medida a una situación que afectó primero a Torres, sin detallar las causas. Este hecho, inédito para un gobernador en funciones, ha desatado una ola de preguntas sobre la transparencia de su administración.
El gobierno de Estados Unidos, según Sheinbaum, no ha proporcionado explicaciones oficiales. La presidenta afirmó que se solicitará información al gobierno de Donald Trump para esclarecer los motivos detrás de esta acción. La falta de comunicación oficial entre ambos países ha intensificado las dudas sobre las razones de la revocación.
Carlos Torres, coordinador de Proyectos Estratégicos en Tijuana, aseguró que la cancelación de su visa es una medida administrativa y no implica acusaciones formales. Sin embargo, su intento por minimizar el hecho no ha convencido a la oposición, que exige claridad. Torres, exmilitante del PAN y ahora afiliado a Morena, enfrenta cuestionamientos sobre su papel en esta controversia.
La gobernadora, por su parte, expresó confianza en que la situación se resolverá favorablemente. En un mensaje en redes, defendió la integridad de su esposo y destacó que el contexto binacional es complejo. Sin embargo, su silencio sobre los motivos específicos ha alimentado las críticas de quienes ven en esto una sombra sobre su gestión.
La oposición, liderada por el PAN y Movimiento Ciudadano, no ha perdido la oportunidad de señalar a Marina del Pilar. Acusan que la revocación de una visa no es un asunto menor y podría estar ligada a problemas graves, desde operaciones económicas cuestionables hasta vínculos con el crimen organizado. Estas acusaciones, aunque sin pruebas concretas, han encendido el debate público.
Morena, en respuesta, ha cerrado filas en torno a la gobernadora. La bancada de diputados federales del partido calificó las críticas como narrativas falsas impulsadas por la oposición. Según ellos, la medida del Departamento de Estado no implica investigaciones ni señalamientos, pero el respaldo del partido no ha logrado acallar las sospechas.
El caso de Marina del Pilar se suma a una serie de tensiones entre México y Estados Unidos en materia migratoria y de seguridad. La revocación de visas a políticos mexicanos, como el reciente caso del alcalde de Matamoros, sugiere una postura más dura por parte de Washington. Este precedente podría complicar las relaciones bilaterales en un momento clave.
Sheinbaum, visiblemente cautelosa, insistió en esperar información oficial antes de emitir juicios. Su llamado a la colaboración entre ambos gobiernos busca mantener la calma, pero la presión pública no cede. La ciudadanía, especialmente en Baja California, espera respuestas claras sobre un hecho que pone en entredicho la imagen de una de las gobernadoras más cercanas al proyecto de la 4T.
Este episodio, lejos de ser un simple trámite administrativo, ha destapado una caja de Pandora en la política mexicana. Las especulaciones sobre posibles nexos con el crimen organizado, mencionadas por algunos medios y figuras públicas, aunque no comprobadas, amenazan con dañar la credibilidad de Morena en una región estratégica. La resolución de este caso será crucial para la gobernadora y para el gobierno de Sheinbaum.

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Claudia Sheinbaum exige respuestas a Estados Unidos por el retiro de visa a gobernadora de Morena
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