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¡CRISIS GANADERA DESATADA! DIPUTADOS DEL PAN EXIGEN RESPUESTAS AL GOBIERNO FEDERAL

La industria ganadera en México enfrenta una tormenta perfecta, y los deputados del PAN no se quedan callados. En un enérgico pronunciamiento, legisladores de Chihuahua han alzado la voz para demandar que el gobierno federal, encabezado por Morena, tome medidas urgentes ante el colapso del sector. La suspensión de exportaciones de ganado vivo a Estados Unidos ha encendido las alarmas, dejando a miles de productores al borde del abismo económico.
La decisión de Estados Unidos de cerrar sus fronteras al ganado mexicano, efectiva de inmediato, ha sido un golpe devastador. Los puertos fronterizos del sur, vitales para el comercio ganadero, están ahora bloqueados para exportaciones de ganado bovino, caballos y bisontes. Esta medida, según los legisladores, amenaza con hundir a un sector que ya enfrenta años de abandono y políticas públicas deficientes.
El diputado local Guillermo Ramírez, uno de los principales voceros del PAN en este tema, lamentó profundamente la situación. Señaló que las consecuencias de esta restricción serán catastróficas para los ganaderos de Chihuahua y otras regiones del norte del país. La falta de acción por parte de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) ha sido un punto de crítica constante, con los productores sintiéndose desamparados frente a la crisis.
La ganadería mexicana, que alguna vez fue un pilar económico, lleva años perdiendo competitividad. Desde hace más de una década, los hatos de ganado bovino, porcino y caprino han disminuido drásticamente. Las importaciones de carne y lácteos han aumentado, mientras los ganaderos locales luchan por sobrevivir con costos de producción elevados y apoyos gubernamentales insuficientes.
Los legisladores del PAN han sido claros: el gobierno de Morena no ha implementado estrategias efectivas para fortalecer al sector. Programas de apoyo prometidos se han quedado en el papel, y la falta de inversión en tecnología y capacitación ha dejado a los productores en desventaja frente a competidores internacionales. La crisis actual, aseguran, es el resultado de años de negligencia.
Además, la suspensión de exportaciones no es el único problema. Los ganaderos enfrentan retos internos como el robo de ganado, que sigue sin ser controlado pese a las promesas de seguridad del gobierno federal. Las autoridades, acusan los deputados, han fallado en coordinarse con el Sistema Nacional de Identificación Individual del Ganado para frenar este delito que afecta a miles de familias.
El impacto económico de esta crisis no se limita a los ganaderos. La cadena de suministro, que incluye transportistas, comerciantes y procesadores, también está en riesgo. Miles de empleos en el norte del país penden de un hilo, mientras las autoridades federales parecen no tener un plan claro para revertir la situación.
El PAN ha exigido que la Sader presente un informe detallado sobre las acciones que tomará para apoyar al sector. También han pedido que se negocie de inmediato con Estados Unidos para levantar la suspensión de exportaciones. Sin embargo, la falta de respuesta por parte del gobierno federal ha generado desconfianza entre los productores, quienes ven cada vez más lejos una solución.
Mientras tanto, los ganaderos de Chihuahua y otras regiones afectadas esperan respuestas concretas. La crisis ganadera no solo es un problema económico, sino una amenaza al modo de vida de miles de familias que dependen de esta actividad. La presión sobre el gobierno federal crece, y los legisladores del PAN prometen no bajar la guardia hasta que se atienda esta emergencia.

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