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Pérdidas millonarias en Chihuahua por cierre de frontera: Ganaderos en crisis

El cierre de la frontera con Estados Unidos ha desatado una crisis económica en Chihuahua, dejando pérdidas millonarias para los ganaderos. Álvaro Bustillos, presidente de la Unión Ganadera Regional, alertó sobre el impacto devastador que esta medida ha tenido en el sector, especialmente en la exportación de ganado. La decisión, tomada por el gobierno estadounidense, responde a la detección de una plaga en el sur de México, pero está afectando gravemente a los productores del norte.
La prohibición de exportar becerros a Estados Unidos, principal mercado para los ganaderos chihuahuenses, ha paralizado una industria clave. Durante casi tres meses, el flujo comercial se detuvo por completo, dejando a miles de productores sin ingresos. Bustillos señaló que esta situación no solo afecta a los ganaderos, sino también a las familias y comunidades que dependen de esta actividad económica.
El origen del problema está en Chiapas, donde se detectó el gusano barrenador del ganado, una plaga que llevó a Estados Unidos a cerrar su frontera al ganado mexicano. Aunque Chihuahua no presenta casos de esta plaga, los ganaderos locales están pagando las consecuencias de la falta de controles sanitarios en la frontera sur del país. La situación ha generado indignación entre los productores, quienes exigen soluciones urgentes.
Bustillos destacó que, gracias a la rápida intervención del gobierno estatal y la colaboración con autoridades federales, se logró restablecer el cruce de ganado en tiempo récord. Sin embargo, el daño ya está hecho. Las pérdidas acumuladas durante el cierre son un golpe duro para un sector que ya enfrenta retos como la sequía y los altos costos de producción.
La plaga del gusano barrenador no es un problema nuevo, pero su impacto ha sido amplificado por la falta de medidas preventivas en la frontera con Guatemala. Productores señalan que el contrabando de ganado y la ausencia de controles sanitarios han permitido la propagación de esta plaga, que ahora amenaza con extenderse a otras regiones. En Chiapas, incluso se reportó un caso humano, lo que evidencia la gravedad del problema.
El sector ganadero de Chihuahua, uno de los más importantes del país, está en una encrucijada. La dependencia del mercado estadounidense hace que cualquier interrupción en las exportaciones tenga efectos devastadores. Los productores advierten que, sin una estrategia integral para prevenir futuras crisis, la industria podría enfrentar un colapso económico.
La Unión Ganadera Regional ha pedido al gobierno federal reforzar los controles en la frontera sur y aumentar las campañas de prevención contra el gusano barrenador. También se solicita una mayor coordinación con Estados Unidos para evitar cierres prolongados que afecten a regiones libres de plagas. La situación actual es un recordatorio de la vulnerabilidad del sector ante decisiones externas.
A pesar de los esfuerzos por reactivar las exportaciones, la recuperación será lenta. Los ganaderos enfrentan deudas, pérdida de mercados y la incertidumbre de nuevas restricciones. La crisis pone en evidencia la necesidad de diversificar los destinos de exportación y fortalecer la sanidad animal en todo el país.
Chihuahua, como líder en la producción ganadera, no puede permitirse más golpes de este tipo. La voz de los productores, encabezados por Bustillos, resuena con fuerza: es momento de actuar para proteger una industria que sostiene a miles de familias. La solución no solo está en reabrir fronteras, sino en garantizar que no se repitan los errores del pasado.

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