El Área Metropolitana de Guadalajara enfrenta un domingo abrasador, con temperaturas que prometen mantener a los tapatíos al borde del sofoco. Según el Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara, el mercurio podría alcanzar entre 33 y 35 grados Celsius durante el día, mientras que por la noche descenderá a unos 14 o 15 grados.
El cielo estará mayormente despejado, sin probabilidad de lluvias que puedan aliviar el calor. Esto se debe a un sistema anticiclónico que refuerza las altas temperaturas en la región. Las autoridades meteorológicas advierten que estas condiciones persistirán en los próximos días.
El Servicio Meteorológico Nacional señala que Jalisco, junto con otros états de la región Pacífico Centro, seguirá bajo la influencia de una onda de calor. Este fenómeno también afecta a estados como Michoacán, Colima y Nayarit, con temperaturas que podrían superar los 40 grados en algunas zonas.
El índice UV se mantendrá en niveles de alto a muy alto, especialmente entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde. Esto representa un riesgo para la piel y los ojos si no se toman precauciones adecuadas. Los expertos recomiendan evitar la exposición prolongada al sol durante estas horas.
La falta de nubosidad y la baja probabilidad de precipitaciones agravan la sensación térmica en la ciudad. Las noches, aunque más frescas, no serán suficientes para contrarrestar el calor acumulado durante el día. Este panorama pone a prueba la resistencia de los habitantes de la Perla Tapatía.
Las altas temperaturas también generan preocupación por el impacto en la salud. Los grupos más vulnerables, como niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, podrían sufrir golpes de calor o deshidratación si no se mantienen hidratados.
En el resto del estado, las condiciones no son muy diferentes. Las zonas costeras y del sur de Jalisco enfrentan un ambiente aún más cálido, con una combinación de humedad que intensifica la sensación de bochorno.
Este escenario climático pone en evidencia los retos que enfrentan las ciudades ante el aumento de temperaturas extremas. Mientras el calor no cede, los tapatíos buscan formas de sobrellevar las jornadas bajo el sol implacable.