India señaló a Pakistán por violar un acuerdo de alto al fuego en la región de Cachemira, apenas tres horas después de que se anunciara una tregua entre ambas naciones. Según el gobierno indio, las fuerzas paquistaníes iniciaron ataques con artillería en zonas fronterizas, desatando una nueva ola de tensión en una de las regiones más disputadas del mundo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de India, a través de su secretario Vikram Misri, condenó las acciones de Pakistán y aseguró que sus fuerzas armadas están respondiendo de manera proporcional. Misri destacó que los ataques paquistaníes se dirigieron contra posiciones en las regiones de Cachemira y Jammu, administradas por India, lo que pone en riesgo la frágil estabilidad alcanzada tras intensas negociaciones.
El alto al fuego, anunciado el sábado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, buscaba frenar una escalada de violencia que dejó decenas de muertos en ambos lados de la frontera. La mediación estadounidense logró que ambos países acordaran suspender las hostilidades, pero las recientes acusaciones de India sugieren que el pacto está al borde del colapso.
Fuentes militares indias reportaron explosiones en Srinagar, la principal ciudad de la Cachemira india, poco después de la supuesta violación del acuerdo. El ministro principal de Jammu y Cachemira, Omar Abdullah, expresó su frustración en redes sociales, cuestionando la efectividad del alto al fuego mientras se escuchaban detonaciones en la región.
Pakistán, por su parte, no ha emitido un comunicado oficial sobre las acusaciones de India. Sin embargo, en días previos, el gobierno paquistaní negó cualquier responsabilidad en los ataques que desataron el conflicto, incluida una ofensiva india conocida como Operación Sindoor, lanzada como represalia por un atentado que mató a 26 turistas en Cachemira el pasado 22 de abril.
El conflicto en Cachemira tiene raíces profundas, remontándose a la partición de India y Pakistán en 1947. Ambos países reclaman la soberanía total de la región, lo que ha llevado a tres guerras y constantes enfrentamientos en la Línea de Control, la frontera de facto que divide el territorio.
La comunidad internacional, incluida la ONU, ha respaldado el alto al fuego como un paso hacia la paz en la región. El secretario general António Guterres calificó el acuerdo como positivo, pero instó a ambas naciones a resolver los problemas estructurales que alimentan el conflicto para evitar nuevas escaladas.
La situación actual mantiene en vilo a las poblaciones fronterizas, que han enfrentado desplazamientos masivos y pérdidas humanas en los últimos días. Residentes de Cachemira reportan temor ante la posibilidad de que las hostilidades se intensifiquen nuevamente, afectando aún más a las comunidades locales.
Las autoridades indias anunciaron que los directores generales de operaciones militares de ambos países se reunirán el próximo lunes para discutir la crisis. Sin embargo, las recientes acusaciones y la falta de claridad sobre los hechos dificultan las perspectivas de una solución inmediata.
Mientras tanto, el cierre del espacio aéreo en varias ciudades paquistaníes y la cancelación de vuelos en regiones indias cercanas a la frontera reflejan el impacto del conflicto en la vida cotidiana. La región sigue bajo una tensa calma, con el riesgo de que cualquier nuevo incidente dispare otra ronda de violencia.

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India acusa a Pakistán de romper el alto al fuego en Cachemira apenas tres horas después de su anuncio
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