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El Papa León XIV sorprende con su primera salida al santuario agustino de Genazzano

En un movimiento inesperado, el Papa León XIV realizó su primera salida pública como líder de la Iglesia Católica, visitando el santuario de Nuestra Señora del Buen Consejo en Genazzano, a unos 50 kilómetros de Roma. La visita, que no fue anunciada por el Vaticano, tuvo lugar el sábado 10 de mayo, apenas dos días después de su elección como pontífice.
El santuario, administrado por la Orden de los Agustinos, es un lugar de profunda significancia para León XIV, quien pertenece a esta orden religiosa. Su devoción por la Virgen del Buen Consejo lo llevó a elegir este destino como su primera parada fuera del Vaticano, un gesto que refleja su conexión personal con la espiritualidad agustiniana.
León XIV llegó a Genazzano en una camioneta negra, ocupando el asiento del copiloto, un detalle que sorprendió a los presentes por su sencillez. Al bajar del vehículo, fue recibido por una multitud de fieles, el obispo local y autoridades municipales, quienes lo acogieron con entusiasmo en la plaza frente al santuario.
Dentro del templo, el Papa se detuvo a rezar ante la imagen de la Virgen, un ícono venerado desde el siglo XV, asociado con numerosos milagros según la tradición local. Junto a los presentes, recitó la oración dedicada a la Madre del Buen Consejo, escrita por Juan Pablo II, en un momento de recogimiento espiritual.
En un breve discurso, León XIV expresó su deseo de visitar el santuario en los primeros días de su pontificado. Recordó su elección como sucesor de Pedro y destacó la importancia de la Virgen como guía para su misión, citando las palabras de María en las bodas de Caná: “Hagan lo que Él les diga”.
La visita no solo tuvo un carácter religioso, sino también personal. El Papa evocó su paso por Genazzano en 2001, cuando fue elegido prior general de los agustinos, subrayando que siempre ha acudido a este lugar en momentos clave de su trayectoria eclesiástica.
Tras la oración, León XIV saludó a los religiosos agustinos y a los fieles, compartiendo momentos de cercanía con la comunidad. También participó en un encuentro privado con los agustinos, reforzando su vínculo con la orden que ha marcado su vida sacerdotal.
El santuario de Genazzano, conocido como un “pequeño Loreto” en la región del Lacio, atrae a miles de peregrinos cada año. La imagen de la Virgen, según la leyenda, apareció milagrosamente en 1467, y desde entonces ha sido un símbolo de fe para los católicos, especialmente para los agustinos.
Esta primera salida de León XIV recuerda las visitas sorpresas del Papa Francisco, quien también solía acudir a santuarios marianos en los alrededores de Roma. Con este gesto, el nuevo pontífice parece señalar un estilo pastoral cercano y espontáneo, en línea con su predecesor.
La jornada culminó con el Papa regresando a Roma, dejando una impresión de humildad y devoción en los habitantes de Genazzano, quienes no esperaban la presencia del líder de la Iglesia Católica en su pequeña localidad.

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