Una frágil embarcación naufragó en las costas de California, dejando un saldo devastador: tres migrantes fallecidos y al menos siete desaparecidos. Este incidente, ocurrido en Del Mar, San Diego, pone en evidencia las peligrosas rutas que los migrantes están tomando para cruzar la frontera de Estados Unidos, empujados por las estrictas políticas migratorias del presidente Donald Trump.
La tragedia ocurrió el pasado lunes en una zona conocida por su peligrosidad. Más de una docena de personas, incluidos niños, viajaban en la embarcación tipo panga que fue volteada por una ola antes de llegar a la playa. La Guardia Costera y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza desplegaron recursos para buscar a los desaparecidos, pero la operación fue suspendida tras 20 horas sin resultados.
Cuatro sobrevivientes, tres mujeres y un menor, fueron rescatados y trasladados a un hospital. Uno de ellos permanece en estado crítico. Las imágenes captadas por un residente muestran el momento exacto del naufragio, con los ocupantes luchando por mantenerse a flote en un mar implacable.
Expertos señalan que las políticas de Trump, como la eliminación del sistema CBP One, que permitía a los solicitantes de asilo gestionar citas en la frontera, han cerrado las vías legales para los migrantes. Esto los empuja a recurrir a traficantes de personas, quienes no dudan en poner en riesgo vidas humanas por lucro.
En lo que va del año fiscal 2025, se han registrado 260 arrestos de migrantes que intentaron cruzar por mar en San Diego, 28 de ellos en marzo. La Guardia Costera reporta un aumento del 400% en casos de tráfico marítimo desde 2018, un fenómeno que se intensificó durante el primer mandato de Trump.
Miguel Tinker Salas, profesor retirado de Estudios Latinoamericanos, advierte que estas políticas no solo fracasan en detener la migración, sino que enriquecen a los coyotes. Los traficantes cobran tarifas exorbitantes, aprovechándose de la desesperación de quienes buscan una vida mejor.
Pedro Ríos, del Comité de Servicios de los Amigos Americanos, destaca que los migrantes están tomando rutas más peligrosas porque no tienen alternativas legales. La cancelación de programas como CBP One ha eliminado opciones seguras, dejando a las personas a merced de traficantes sin escrúpulos.
Shawn Gibson, de la oficina de investigaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, calificó el incidente como un recordatorio de los peligros del contrabando marítimo. Las autoridades prometen intensificar los esfuerzos para desmantelar estas redes criminales, pero las tragedias persisten.
El naufragio no es un caso aislado. Tinker Salas recuerda que políticas migratorias restrictivas, como el Operativo Gatekeeper de la era Clinton, también han empujado a los migrantes a rutas mortales, como el desierto de Sonora. Sin una reforma migratoria integral, estas tragedias seguirán ocurriendo.
La situación en la frontera sigue siendo crítica. Mientras las políticas de control se endurecen, los migrantes continuarán buscando cualquier vía, por peligrosa que sea, para alcanzar el sueño americano. La pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo se repetirán estas historias de desesperación y pérdida?

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Tragedia en el mar: Migrantes arriesgan todo ante el cerco de Trump en la frontera
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