¡El circo político sigue en marcha! Este martes 25 de marzo, el pleno de la Cámara de Diputados se convertirá en el epicentro de una decisión que tiene a Morena en el ojo del huracán: desechar o no la solicitud de desafuero contra Cuauhtémoc Blanco, el exfutbolista metido a legislador que no deja de dar de qué hablar.
La Sección Instructora ya dio su veredicto inicial y propuso tirar por la borda el expediente que acusa a Blanco de un delito grave: violación en grado de tentativa contra su media hermana. Con una votación nominal en el tablero electrónico, los 500 diputados tendrán que mostrar su postura, y la presión está al rojo vivo.
Morena, fiel a su estilo, parece dispuesto a proteger a uno de los suyos. La bancada del PAN ya anunció que votará en contra del dictamen, exigiendo que el caso regrese a la Sección Instructora para “hacer bien lo que hicieron mal”. Mientras tanto, legisladoras de varios partidos piden a gritos que no se entierre esta denuncia.
Si el pleno aprueba el dictamen, Blanco se librará de enfrentar a la justicia por ahora. Pero si las mujeres diputadas, que son más de la mitad, se unen en bloque, podrían mandar este asunto de vuelta al banquillo y obligar a una revisión a fondo.
Todo esto huele a jugada política marca Morena: encubrir, dilatar y proteger. La pregunta es si esta vez les funcionará o si el caso de Cuauhtémoc Blanco les explotará en la cara como bomba de tiempo.