El pueblo peruano celebra con entusiasmo la elección de Robert Prevost como el nuevo papa León XIV, un hecho histórico que llena de orgullo a la nación. Este cardenal, nacido en Chicago pero nacionalizado peruano en 2015, ha dedicado gran parte de su vida al servicio religioso en el país andino, especialmente en la diócesis de Chiclayo, donde dejó una huella imborrable.
La noticia de su elección, anunciada tras la fumata blanca en el Vaticano, desató una ola de alegría en las calles de Perú. En Chiclayo, las campanas de la iglesia central resonaron en honor al nuevo pontífice, mientras los fieles se congregaban para expresar su emoción. Para muchos, este nombramiento es visto como una bendición divina para el país.
León XIV, de 69 años, pronunció un emotivo discurso desde el balcón de la basílica de San Pedro, donde sorprendió al mundo al hablar en español. En sus palabras, dedicó un saludo especial a su “querida diócesis de Chiclayo”, destacando la fe y el apoyo del pueblo peruano que lo acompañó durante su labor pastoral.
La trayectoria de Prevost en Perú comenzó en 1985, cuando llegó como misionero agustiniano. A lo largo de las décadas, ocupó roles clave, como obispo de Chiclayo y miembro de la Conferencia Episcopal Peruana. Su cercanía con el papa Francisco, quien lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos en 2023, refleja su relevancia en la Iglesia.
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, no tardó en felicitar al nuevo papa, describiendo su elección como un “momento histórico” que llena de esperanza a la nación. En un mensaje oficial, destacó que Prevost, quien vivió más de 40 años en el país, es un peruano por “elección y convicción”.
En su primer mensaje al mundo, León XIV llamó a la paz y a construir una Iglesia abierta a todos, especialmente a los más necesitados. Sus palabras resonaron en un contexto global marcado por conflictos, ofreciendo un mensaje de unidad y esperanza desde el Vaticano.
La elección de un papa con raíces peruanas ha generado un impacto sin precedentes en el país. Las redes sociales se inundaron de mensajes de orgullo, mientras los medios locales resaltaron la conexión especial de Prevost con el pueblo peruano, que lo considera uno de los suyos.
Organizaciones religiosas, como la Conferencia Episcopal Peruana, elogiaron la humildad y el compromiso de León XIV, recordándolo como un líder cercano a los más vulnerables. Su elección, aseguran, es una oportunidad para fortalecer la fe y la presencia de la Iglesia en América Latina.
A nivel internacional, líderes mundiales también reaccionaron a la noticia. Desde el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hasta el rey de España, Felipe VI, enviaron felicitaciones, destacando el mensaje de paz del nuevo pontífice y su potencial para unir a la comunidad global.
El nombramiento de León XIV marca un nuevo capítulo para la Iglesia Católica y para Perú, que ve en este papa una figura que llevará el espíritu andino al mundo. Su pontificado, que apenas comienza, ya es motivo de celebración y esperanza para millones de fieles.