Un nuevo golpe a la seguridad en el Estado de México. Francisco Javier “N”, alias “El Javis” o “El Aragón”, fue detenido por su presunta participación en un homicidio calificado. Este sujeto, elemento activo de la Policía Municipal de Nicolás Romero, cayó en las redes del Operativo Enjambre, una acción conjunta que expone la crisis de inseguridad en la región.
La captura ocurrió en un operativo coordinado por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, junto con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina, la Guardia Nacional y policías municipales de Atizapán y Nicolás Romero. Las autoridades señalan que “El Javis” usó su patrulla como “muro” para facilitar un asesinato ejecutado por un grupo criminal.
El caso pone en evidencia la infiltración de la delincuencia en las fuerzas policiales. Según la investigación, Francisco Javier no solo participó en el homicidio, sino que también protegía a grupos delictivos que operan en Nicolás Romero. Este municipio, señalado por su alta incidencia delictiva, sigue en el ojo del huracán.
El Operativo Enjambre, iniciado en abril de 2024 tras el hallazgo de restos humanos en dos pozos de Nicolás Romero, ha destapado una red de corrupción y nexos criminales. Hasta ahora, 50 personas han sido detenidas, incluyendo 24 funcionarios y elementos de seguridad, todos vinculados a delitos como secuestro, extorsión y homicidio.
Francisco Javier “N” fue trasladado al Centro Penitenciario de Tlalnepantla, donde enfrentará un proceso penal. Las autoridades aseguran que este sujeto formaba parte de una estructura que permitía a células criminales operar con impunidad, amparadas por la propia policía municipal.
El caso de “El Javis” no es aislado. En enero de 2025, el exdirector de Seguridad Pública de Nicolás Romero, Adrián Mauricio “N”, también fue capturado en Michoacán por secuestro y extorsión. Estos hechos refuerzan la percepción de un sistema de seguridad colapsado en el municipio.
La ciudadanía de Nicolás Romero vive bajo el temor de una violencia descontrolada. La detención de policías corruptos, aunque necesaria, deja en evidencia la falta de estrategias efectivas para combatir la inseguridad. Los habitantes exigen respuestas y acciones concretas para recuperar la paz.
Mientras el Operativo Enjambre sigue su curso, las autoridades prometen más detenciones. Sin embargo, la desconfianza prevalece. La pregunta sigue en el aire: ¿hasta dónde llega la red de complicidad entre policías y delincuentes en el Estado de México?
La detención de “El Javis” es un paso, pero la crisis está lejos de resolverse. Nicolás Romero, como otros municipios del Edomex, enfrenta un panorama donde la delincuencia parece tener el control. Los ciudadanos esperan que estas acciones no sean solo un espectáculo mediático.