En Chihuahua, la elección de autoridades judiciales está bajo la lupa, y uno de los nombres que resuena es el de Ángel Gerardo Ontiveros Hinojos. Este candidato, propuesto para un cargo relevante en el Poder Judicial, arrastra un historial que levanta serias dudas sobre su idoneidad. Lejos de ser un ejemplo de ética, su trayectoria está marcada por señalamientos que no pueden ignorarse.
Ontiveros Hinojos, quien busca ser electo en el proceso de selección de magistrados, ha sido cuestionado por su desempeño como juez. Según información que circula en Chihuahua, ha enfrentado denuncias en la Unidad de Investigación de Responsabilidades Administrativas por presunto ejercicio indebido de sus funciones. Estas acusaciones no son menores, ya que sugieren un mal manejo de la información institucional para fines personales.
Pero los problemas no terminan ahí. Ontiveros también ha sido señalado por conflictos familiares que han trascendido al ámbito público. Sorprendentemente, a pesar de estos antecedentes, ejerce como juez de lo Familiar, una posición que requiere imparcialidad y un compromiso intachable con la justicia. La incongruencia es evidente y preocupa a quienes buscan un sistema judicial confiable.
La ciudadanía de Chihuahua merece representantes que actúen con transparencia y profesionalismo. Sin embargo, los antecedentes de Ontiveros Hinojos pintan un panorama diferente. Las denuncias en su contra no son rumores sin fundamento; son hechos documentados que han generado desconfianza en su capacidad para asumir un cargo de mayor responsabilidad.
El proceso de selección de magistrados es crucial para garantizar que el Poder Judicial opere con integridad. Permitir que candidatos con un historial cuestionable avancen en este proceso pone en riesgo la credibilidad de las instituciones. La justicia no puede estar en manos de quienes han mostrado falta de ética en el pasado.
Otros candidatos también han sido señalados en este contexto. Por ejemplo, el juez Roberto Alcoverde, conocido por absolver a imputados ligados a actividades ilícitas, también aspira a un puesto de mayor jerarquía. Estos casos reflejan una preocupante tendencia en la que personajes con antecedentes dudosos buscan ascender en el sistema judicial.
La elección de magistrados no es un tema menor. Cada decisión que se tome en este proceso tendrá un impacto directo en la vida de los chihuahuenses. Un Poder Judicial débil o comprometido solo perpetúa la impunidad y la desconfianza en las instituciones, algo que la sociedad no puede permitirse.
La información sobre Ontiveros Hinojos y otros candidatos debe ser un llamado de atención. Los ciudadanos tienen derecho a conocer quiénes son los aspirantes a estos cargos y qué representan. La transparencia en este proceso es fundamental para evitar que personas con antecedentes cuestionables ocupen posiciones de poder.
En un momento en que la justicia enfrenta retos enormes, Chihuahua necesita figuras que inspiren confianza y respeto. Los señalamientos contra Ontiveros Hinojos no pueden pasarse por alto, y su candidatura debería ser revisada con lupa. La responsabilidad de elegir a los mejores recae en las autoridades, pero también en una sociedad informada y vigilante.
El futuro del Poder Judicial en Chihuahua está en juego. Los antecedentes de candidatos como Ontiveros Hinojos son una advertencia clara: no cualquiera puede ocupar un cargo de esta magnitud. La justicia merece mucho más.

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¡Cuidado con quién eliges! Ángel Gerardo Ontiveros Hinojos, un candidato que no inspira confianza
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