Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

¡Suspense en el Vaticano! ¿Habrá hoy humo blanco en el cónclave?

El cónclave para elegir al nuevo papa continúa en el Vaticano, manteniendo al mundo en vilo. Tras la muerte del papa Francisco el 21 de abril, 133 cardenales electores se encuentran reunidos en la Capilla Sixtina desde el 7 de mayo, deliberando en estricta confidencialidad para designar al próximo líder de la Iglesia Católica. La expectativa crece con cada jornada, y hoy, 8 de mayo, todos los ojos están puestos en la chimenea de la Capilla Sixtina, donde podría aparecer el anhelado humo blanco.
Ayer, la primera votación del cónclave resultó en una fumata negra, señal de que ningún candidato alcanzó los dos tercios de los votos necesarios, es decir, al menos 89 de los 133 sufragios. Este resultado, aunque esperado en las primeras rondas, incrementó la incertidumbre sobre quién será el sucesor de Francisco. Los cardenales, provenientes de 71 países, reflejan la diversidad de la Iglesia, pero también la complejidad de llegar a un consenso en un contexto global lleno de desafíos.
El proceso del cónclave está marcado por rituales centenarios. Los cardenales, aislados del mundo exterior, votan dos veces por la mañana y dos por la tarde, quemando las papeletas tras cada sesión. El humo negro, generado con una mezcla de perclorato de potasio, antraceno y azufre, indica que no hay acuerdo. En contraste, el humo blanco, producido con clorato de potasio, lactosa y resina de pino, anunciará la elección del nuevo pontífice, seguida del esperado “Habemus Papam”.
La jornada de hoy comenzó temprano, con los cardenales celebrando una misa en la Basílica de San Pedro antes de retomar las votaciones. La Plaza de San Pedro, abarrotada con más de 30 mil fieles y turistas, permanece atenta a cualquier señal. Ayer, la fumata negra decepcionó a muchos, pero la esperanza de ver humo blanco hoy mantiene a la multitud expectante, a pesar del cansancio tras horas de espera.
No hay favoritos claros en esta elección, lo que hace del cónclave de 2025 uno de los más impredecibles en décadas. Nombres como el italiano Pietro Parolin, el filipino Luis Antonio Tagle y el húngaro Péter Erdő circulan entre los observadores, pero el hermetismo del proceso impide cualquier certeza. La diversidad de los cardenales, con representantes de todos los continentes, añade una capa de complejidad a las negociaciones internas.
El Vaticano ha tomado medidas extremas para garantizar la confidencialidad. Las redes móviles y de internet están desactivadas en la zona, y los cardenales juraron secreto bajo pena de excomunión. Incluso el personal de apoyo, como médicos y conductores, está obligado a guardar silencio. Estas precauciones buscan proteger la pureza de un proceso que, según el cardenal decano Giovanni Battista Re, debe guiarse por la inspiración del Espíritu Santo.
La elección del nuevo papa no solo definirá el rumbo de la Iglesia Católica, sino que también tendrá implicaciones globales. El sucesor de Francisco enfrentará retos como la unidad de la Iglesia, el diálogo interreligioso y los conflictos sociales en un mundo polarizado. Por ello, las palabras de Re durante la misa de ayer, pidiendo un papa que responda a las necesidades de la humanidad, resuenan con fuerza.
Mientras tanto, Roma vive un auge turístico. La muerte de Francisco y el cónclave han atraído a miles de visitantes, impulsando las reservas en hoteles y comercios. Sin embargo, las autoridades italianas han reforzado la seguridad, y la Guardia de Finanzas impuso multas por irregularidades en establecimientos turísticos, asegurando que el evento transcurra sin contratiempos.
El cónclave podría prolongarse varios días. En el pasado, algunos han durado apenas horas, mientras que otros, como el de 1268, se extendieron por casi tres años. Los expertos predicen que esta vez el proceso podría resolverse antes del viernes, pero todo depende de las deliberaciones en la Capilla Sixtina.
Por ahora, el mundo espera. Las cámaras de los medios internacionales, los celulares de los fieles y hasta una gaviota posada cerca de la chimenea están atentos a la próxima fumata. ¿Será hoy el día del humo blanco? La respuesta está en manos de los cardenales y, según la fe católica, en la voluntad divina.

Compartir:

Noticias Relacionadas