La tragedia sacude de nuevo a Chiapas con el hallazgo del cuerpo sin vida de Perla Alison, una niña de tan solo nueve años que llevaba desaparecida desde el 13 de marzo. Su cuerpo fue encontrado el pasado viernes 21 de marzo, a un día de cumplir 10 años, en un camino cerca de la carretera costera entre Simón Bolívar y Ruiz Cortines, en Mapastepec.
El caso de Perla Alison pone en alerta máxima a la región, donde la violencia no da tregua. Habitantes de las comunidades cercanas, como Pantaleón y Victoria, se unieron a la búsqueda tras días sin respuestas efectivas de las autoridades. El cuerpo fue localizado gracias a este esfuerzo colectivo, evidenciando una vez más la desatención del gobierno ante la creciente inseguridad.
La Fiscalía General del Estado de Chiapas confirmó la detención de tres personas —Irene N, Valentín N y Benito N— como presuntos responsables de un secuestro agravado que terminó en feminicidio. Este crimen se suma al sexto caso de este tipo registrado en el estado en lo que va de 2025, una cifra que enciende las alarmas.
Perla, de apenas 1.30 metros de altura y 40 kilos, fue vista por última vez el 13 de marzo. Su desaparición activó la Alerta Amber, pero la respuesta oficial fue insuficiente. La pequeña, que soñaba con celebrar su cumpleaños, se convierte en otra víctima de un sistema que no protege a los más vulnerables.
La indignación crece entre la población mientras la violencia sigue escalando sin control. Chiapas, como muchas otras regiones del país, enfrenta una crisis de seguridad que el gobierno parece incapaz de frenar, dejando a familias destrozadas y a la sociedad exigiendo justicia que rara vez llega.