La Línea B del Metro de la Ciudad de México, que conecta Ciudad Azteca con Buenavista, quedó fuera de servicio este miércoles, dejando a miles de usuarios varados. La suspensión se debió a una falla en una barra guía en la zona de vías, según informó el Sistema de Transporte Colectivo Metro.
El problema afectó principalmente el tramo entre Oceanía y Deportivo Oceanía, donde el servicio fue completamente interrumpido. Como medida provisional, se habilitó un servicio limitado de Buenavista a Oceanía y de Villa de Aragón a Ciudad Azteca. Sin embargo, las estaciones Deportivo Oceanía y otras cercanas quedaron sin operación.
Las autoridades del Metro indicaron que personal técnico trabaja en la reparación de la barra guía, un componente clave para la alimentación eléctrica de los trenes. La falla, descrita como inusual, habría causado una torsión en la estructura, lo que obligó a suspender el servicio por seguridad.
Para mitigar el impacto, unidades de la policía capitalina y camiones de apoyo fueron desplegados en la avenida Oceanía. Estos vehículos trasladaron a los usuarios afectados hacia otras estaciones operativas o puntos de conexión. No obstante, las redes sociales se llenaron de quejas por la falta de información clara y el caos en las estaciones.
Usuarios reportaron largos tiempos de espera y aglomeraciones en las estaciones aún en funcionamiento. Algunos optaron por caminar o buscar transporte alternativo, lo que generó congestión vial en la zona norte de la ciudad. La situación expuso, una vez más, las deficiencias en la infraestructura del Metro.
El director del Metro, Guillermo Calderón, aseguró que los trabajos de reparación se realizan con urgencia para restablecer el servicio lo antes posible. Sin embargo, no se proporcionó un tiempo estimado para la reapertura total de la Línea B, lo que aumentó la frustración de los pasajeros.
Esta no es la primera vez que la Línea B enfrenta problemas. En septiembre de 2024, la caída de árboles sobre las vías provocó una suspensión similar, afectando a miles de personas. Las autoridades prometieron entonces mejoras en el mantenimiento, pero los incidentes persisten.
La Ciudad de México depende del Metro como uno de sus principales medios de transporte, movilizando a millones de personas diariamente. Fallas como esta no solo afectan la rutina de los ciudadanos, sino que también generan cuestionamientos sobre la gestión y el mantenimiento del sistema.
Mientras tanto, los usuarios continúan enfrentando las consecuencias de un transporte público que parece no encontrar soluciones definitivas. La Línea B, una de las más concurridas, sigue siendo un reflejo de los retos que enfrenta la movilidad en la capital.