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TRUMP CIERRA LA FRONTERA: CANCELAN ABRAZOS NO MUROS EN JUÁREZ Y EL PASO

La administración de Donald Trump ha dado un nuevo golpe a las familias migrantes al cancelar el evento “Abrazos No Muros”, una iniciativa que reunía a seres queridos separados por la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso. Este evento, organizado por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, permitía encuentros breves en el Río Bravo, pero ahora ha sido prohibido bajo el argumento de seguridad nacional.
La decisión llega tras la declaración de la frontera entre México y Nuevo México, así como la región de El Paso, como Áreas de Defensa Nacional. Esta medida refuerza la militarización de la zona, con un despliegue de elementos de la Guardia Nacional de Texas y agentes del Departamento de Seguridad estatal. El objetivo, según las autoridades estadounidenses, es frenar el flujo migratorio y el tráfico de drogas, pero las consecuencias recaen directamente en las familias.
“Abrazos No Muros” se había convertido en un símbolo de esperanza desde su inicio en 2016. Durante sus ediciones, cerca de 3 mil familias lograron reunirse por minutos en un acto que combinaba amor y protesta contra las políticas migratorias. La cancelación de este evento, programado para el Día de las Madres, ha generado indignación entre activistas y comunidades fronterizas.
En respuesta, la Red Fronteriza por los Derechos Humanos anunció un evento alternativo: “Madres de la Frontera, amor sin fronteras”. Esta protesta busca visibilizar el impacto de la militarización y las políticas antimigrantes de Trump. Sin embargo, las restricciones impuestas dificultan cualquier tipo de reunión en la zona, dejando a muchas familias sin la posibilidad de verse.
La militarización de la frontera no es nueva, pero la administración Trump ha intensificado las medidas. El despliegue de alambre de púas y la presencia constante de agentes en puntos como la Puerta 36 han transformado el Río Bravo en una barrera casi impenetrable. Para los organizadores, esta cancelación es una muestra más de la falta de empatía hacia los migrantes.
Las familias afectadas, muchas de las cuales llevaban meses planeando su reencuentro, ahora enfrentan incertidumbre. El evento no solo era una oportunidad para abrazar a sus seres queridos, sino también un espacio para denunciar las políticas que los mantienen separados. La cancelación ha sido descrita como un acto que prioriza la política sobre la humanidad.
Activistas en Ciudad Juárez y El Paso han criticado la decisión, argumentando que “Abrazos No Muros” no representaba una amenaza. Por el contrario, era un esfuerzo pacífico que promovía la unidad y el respeto. La prohibición, según ellos, refleja una visión que criminaliza a los migrantes y deshumaniza sus historias.
La cancelación de este evento se suma a una serie de medidas de la administración Trump que han endurecido las políticas migratorias. Desde el anuncio de deportaciones masivas hasta la imposición de aranceles, las tensiones en la frontera México-Estados Unidos continúan creciendo. Mientras tanto, las familias migrantes siguen pagando el costo de estas decisiones.

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