Miles de personas, entre fieles católicos, turistas y curiosos, se han congregado en la Plaza de San Pedro y la Basílica Vaticana para ser testigos de un momento histórico: el cónclave que dará inicio este 7 de mayo para elegir al sucesor del papa Francisco. La expectativa es palpable en Roma, donde la ciudad se prepara para un evento que captará la atención del mundo entero.
El cónclave, que se llevará a cabo en la emblemática Capilla Sixtina, reunirá a 133 cardenales de 70 países, todos menores de 80 años, quienes tendrán la responsabilidad de seleccionar al nuevo líder de la Iglesia Católica. Este proceso, marcado por la tradición y el secretismo, comenzará con la misa Pro Eligendo Pontifice, oficiada por el cardenal decano Giovanni Battista Re, pidiendo la guía del Espíritu Santo.
La jornada arrancará con una procesión de los cardenales hacia la Capilla Sixtina, donde pronunciarán el juramento de secreto, comprometiéndose a no revelar detalles de las deliberaciones bajo pena de excomunión. A partir de ese momento, permanecerán aislados del mundo exterior, sin acceso a teléfonos ni redes sociales, en un esfuerzo por garantizar la integridad del proceso.
La primera votación está programada para la tarde de este miércoles, y los ojos del mundo estarán puestos en la chimenea de la Capilla Sixtina. Si no se alcanza la mayoría de dos tercios necesaria para elegir al Papa, se emitirá una fumata negra. En caso de éxito, la fumata blanca anunciará la elección del nuevo pontífice, seguida del esperado Habemus Papam.
En la Plaza de San Pedro, los fieles expresan sus esperanzas sobre el futuro de la Iglesia. Algunos, como Josué, desean un Papa que continúe el legado de apertura de Francisco, mientras que otros, como Viviana, destacan la importancia de un líder que conecte con las nuevas generaciones. Entre los nombres que resuenan están el cardenal filipino Luis Antonio Tagle y el italiano Pietro Parolin, consideredo favoritos por su cercanía al enfoque de Francisco.
El cónclave de 2025 se perfila como uno de los más diversos en la historia, con un 80% de los cardenales electores nombrados por el papa Francisco. Sin embargo, las divisiones entre los que buscan continuar su legado y los que abogan por un giro más conservador podrían prolongar las deliberaciones, haciendo de este un proceso complejo.
Roma, a pesar del caos habitual y una reciente huelga ferroviaria, ha reforzado la seguridad en el Vaticano con un despliegue exhaustivo para proteger a los miles de visitantes. Los preparativos en la Plaza de San Pedro están listos para recibir a las multitudes que aguardarán la primera bendición Urbi et Orbi del nuevo Papa.
Mientras los cardenales se retiran a la Casa de Santa Marta, donde residirán durante el cónclave, la atención global se centra en este ritual milenario. La elección del próximo Papa no solo definirá el rumbo de la Iglesia Católica, sino que también enviará un mensaje al mundo en un momento de desafíos globales.

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Fieles y curiosos inundan el Vaticano ante el inicio del cónclave para elegir al nuevo Papa
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