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Los cardenales se encierran en la Capilla Sixtina: comienza el cónclave para elegir al nuevo papa

Este miércoles 7 de mayo, 133 cardenales de todo el mundo iniciaron el cónclave en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el 21 de abril a los 88 años. La solemne procesión marcó el comienzo de un proceso histórico que determinará al nuevo líder de la Iglesia católica.
La Capilla Sixtina, adornada con los icónicos frescos de Miguel Ángel, se convirtió en un búnker de secretismo. Los cardenales, aislados del mundo exterior, comenzaron las votaciones tras la misa Pro Eligendo Pontifice, oficiada en la Basílica de San Pedro. La primera votación se realizó esta tarde, y el mundo espera la fumata que indicará si hay nuevo papa.
El cónclave cuenta con una representación sin precedentes: 70 países están presentes, con cardenales de regiones como Mongolia, Timor Oriental y Lesoto. Europa lidera con 49 electores, seguida por América con 37, Asia con 24, África con 19 y Oceanía con 4. Este es el cónclave más concurrido de la historia, con 133 electores menores de 80 años.
El proceso es riguroso. Los cardenales juraron mantener el secreto de las deliberaciones, y la Capilla Sixtina fue sellada para evitar interferencias. Se instalaron 600 sensores y cámaras, además de inhibidores de señal, para garantizar la privacidad. Solo el humo de la chimenea comunicará los avances: negro si no hay acuerdo, blanco si se elige al nuevo pontífice.
Las votaciones se realizarán cuatro veces al día, dos por la mañana y dos por la tarde, hasta alcanzar los dos tercios necesarios, es decir, 89 votos. Si tras 34 votaciones no hay consenso, se procederá a una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados, manteniendo la misma mayoría requerida.
La elección refleja el legado de Francisco, quien nombró al 80 por ciento de los cardenales electores. Su pontificado diversificó el colegio cardenalicio, dando mayor peso a regiones no europeas. Sin embargo, los electores forman un grupo heterogéneo, con visiones diversas sobre el futuro de la Iglesia, lo que podría alargar las deliberaciones.
Los cardenales mexicanos Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega están entre los electores. También destacan 24 cardenales latinoamericanos, una cifra relevante aunque menor a los 55 europeos. Italia, con 18 electores, sigue siendo el país con mayor representación, aunque su influencia ha disminuido.
La Sala de las Lágrimas, junto a la Capilla Sixtina, espera al nuevo papa, quien vestirá allí la sotana blanca por primera vez. Tras la elección, el cardenal protodiácono Dominique Mamberti anunciará el Habemus Papam desde el balcón de la Basílica de San Pedro, presentando al mundo al nuevo líder católico.
El cónclave no solo es un evento religioso, sino un momento de trascendencia global. Millones de personas siguen de cerca este rito milenario, cuya resolución impactará a los 1,400 millones de católicos y al panorama internacional. La fumata blanca será la señal de que la Iglesia tiene un nuevo guía.

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