Han Jong-hee, vicepresidente y codirector ejecutivo de Samsung Electronics, murió a los 63 años tras sufrir un infarto. El incidente ocurrió después de que asistiera a la boda de su hija en Seúl, Corea del Sur, el pasado fin de semana.
El ejecutivo, una figura clave en la industria tecnológica, se desvaneció poco después de la ceremonia. Fuentes cercanas indican que fue trasladado de urgencia a un hospital, pero no logró sobrevivir al ataque cardíaco que le arrebató la vida.
Desde 2021, Han lideraba las divisiones de electrónica de consumo y dispositivos móviles de Samsung. Su gestión impulsó innovaciones en productos como smartphones y pantallas, consolidando a la compañía como un gigante global en el mercado tecnológico.
La noticia ha generado conmoción en el sector, donde se le reconocía por su visión estratégica. Samsung Electronics aún no ha anunciado quién asumirá sus responsabilidades, pero se espera un comunicado oficial en los próximos días.
Este trágico suceso pone de nuevo en el foco la presión que enfrentan los altos ejecutivos. La muerte de Han deja un vacío en una de las empresas más influyentes del mundo tecnológico.