Un accidente automovilístico en Monterrey ha puesto en el centro de la discusión un problema crítico: la escasez de ambulancias en Nuevo León. El líder del Partido Acción Nacional (PAN) en el estado, Hernán Salinas, vivió de cerca las consecuencias de esta carencia tras presenciar un choque que dejó en evidencia la lenta respuesta de los servicios de emergencia.
El incidente ocurrió en una transitada avenida de la capital neoleonesa, cuando dos vehículos colisionaron, dejando a varias personas heridas. Testigos reportaron que la espera por una ambulancia se prolongó más de lo esperado, generando desesperación entre los presentes. Salinas, quien se encontraba en la zona, expresó su preocupación por la falta de unidades disponibles para atender emergencias de este tipo.
La situación no es nueva. Reportes previos han señalado que municipios como Monterrey, Guadalupe y Santa Catarina operan con un número insuficiente de ambulancias. Según datos oficiales, en la zona metropolitana, que alberga a más de 4 millones de habitantes, apenas hay 35 unidades, muy por debajo de las recomendaciones internacionales. Esto representa menos de una ambulancia por cada 100 mil habitantes, cuando la Organización Mundial de la Salud sugiere al menos cuatro.
Salinas criticó la gestión de los gobiernos municipales y estatal, señalando que la falta de inversión en servicios de emergencia pone en riesgo la vida de los ciudadanos. Aunque reconoció esfuerzos recientes, como la incorporación de nuevas ambulancias por parte del IMSS y algunos ayuntamientos, insistió en que estas medidas son insuficientes para cubrir las necesidades de la población.
El accidente también ha generado reacciones entre los habitantes de Nuevo León, quienes han utilizado las redes sociales para compartir experiencias similares. Muchos han denunciado tiempos de espera prolongados y la dificultad para acceder a servicios médicos de emergencia, especialmente en horas pico o en zonas alejadas del centro de Monterrey.
Organizaciones civiles, como Como Vamos Nuevo León, han respaldado las críticas, exigiendo mayor transparencia en el uso de recursos destinados a la salud pública. Según sus análisis, la falta de ambulancias no es solo un problema de presupuesto, sino también de planeación y coordinación entre los diferentes niveles de gobierno.
Por su parte, el gobierno estatal ha defendido sus acciones, destacando la entrega de 30 ambulancias en diciembre de 2024 como parte del programa Código Infarto. Sin embargo, estas unidades están enfocadas en casos específicos, como emergencias cardíacas, y no resuelven la demanda general de traslados médicos en la entidad.
El líder panista anunció que impulsará una iniciativa en el Congreso local para garantizar un mayor presupuesto destinado a la adquisición y mantenimiento de ambulancias. Además, propuso la creación de un sistema estatal de emergencias que coordine de manera más eficiente los recursos disponibles.
Este incidente ha reavivado el debate sobre la calidad de los servicios de salud en Nuevo León, un estado que presume ser uno de los más desarrollados del país. La ciudadanía espera que este caso no quede solo en discursos y que se traduzca en soluciones concretas para evitar que la falta de ambulancias siga cobrando vidas.
Mientras tanto, los neoleoneses continúan enfrentando una realidad donde un accidente puede convertirse en una tragedia por la ausencia de una respuesta oportuna. La presión ahora está en las autoridades para actuar con rapidez y demostrar que la seguridad y la salud de los ciudadanos son una prioridad.

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El líder del PAN en Nuevo León, sensibilizado por un choque que expone la grave falta de ambulancias
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