La tan anunciada inauguración del Trolebús Elevado Chalco-Santa Marta ya tiene fecha oficial: el 12 de mayo de 2025. Este proyecto, que promete conectar el oriente del Estado de México con la Ciudad de México, ha sido presentado como una solución para millones de mexiquenses. Sin embargo, detrás de los titulares optimistas, persisten dudas sobre su ejecución y los verdaderos beneficios que traerá a la población.
El recorrido de 18.5 kilómetros, que incluye 13 estaciones y dos terminales, busca reducir los tiempos de traslado de dos horas a solo 33 minutos en su servicio exprés. Municipios como Chalco, Valle de Chalco y La Paz, junto con la alcaldía Iztapalapa, serían los principales beneficiados. Las autoridades aseguran que hasta 120 mil personas usarán este transporte diariamente, con una proyección de 230 mil usuarios en su etapa de maduración.
El proyecto, impulsado por el gobierno de Morena, ha sido supervisado por figuras como la presidenta Claudia Sheinbaum, la gobernadora Delfina Gómez y la jefa de gobierno Clara Brugada. Sin embargo, no todo es tan prometedor como lo pintan. La obra, que inició hace más de tres años, ha enfrentado múltiples retrasos, incluyendo problemas con una tubería de drenaje que complicó la construcción en el tramo de Santa Marta.
A pesar de los avances reportados, con un 98% de la obra concluida en la estación Santa Marta, cinco estaciones no estarán operativas al momento de la inauguración. Los Reyes, La Caldera, Apolocalco, Teotongo y Solidaridad seguirán en obra debido a trabajos hidráulicos en la zona. Esto significa que el servicio será parcial, afectando la experiencia de los usuarios desde el primer día.
El secretario de Movilidad del Edomex, Daniel Sibaja, ha compartido imágenes de los recorridos de prueba, destacando el esfuerzo por modernizar el transporte. Sin embargo, las promesas de un sistema “sustentable y moderno” contrastan con la realidad de una obra que no estará completa en su apertura. La narrativa oficial insiste en los beneficios, pero omite los inconvenientes que enfrentarán los pasajeros.
El Trolebús Chalco-Santa Marta conectará con la Línea A del Metro, la Línea 2 del Cablebús y la Línea 10 del Trolebús Elevado en la estación Santa Marta. Esta interconexión es uno de los puntos más promocionados, pero la falta de claridad sobre cómo funcionará el sistema en su fase inicial genera escepticismo. Los mexiquenses merecen un transporte eficiente, no más proyectos a medias.
El costo de la obra, que asciende a 11,293 millones de pesos, también levanta cuestionamientos. Mientras las autoridades celebran el avance, muchos se preguntan si esta inversión realmente se traducirá en mejoras tangibles para la movilidad en una de las zonas más congestionadas del país. La historia de retrasos y ajustes no inspira confianza.
La apertura del trolebús, aunque celebrada como un logro, parece más un intento de cumplir plazos políticos que de entregar un proyecto terminado. Con estaciones pendientes y un servicio que no operará al 100%, los habitantes del Edomex seguirán esperando una solución real a sus problemas de movilidad. ¿Será este otro caso de promesas que se quedan cortas?

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Trolebús Chalco-Santa Marta: ¿Otro retraso disfrazado de gran logro en el Edomex?
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