Saúl “Canelo” Álvarez se enfrentó al cubano William Scull el pasado 3 de mayo en Riad, Arabia Saudita, en una pelea que prometía ser un espectáculo por el título indiscutido de peso supermediano. Sin embargo, el combate dejó mucho que desear, siendo calificado por aficionados y expertos como uno de los más monótonos en la carrera del mexicano.
El mexicano, de 34 años, buscaba recuperar el cinturón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) para unificar los títulos de las 168 libras, que ya incluían los del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Scull, por su parte, llegaba como campeón de la FIB con un récord invicto de 22 victorias.
Desde el inicio, el combate careció de intensidad. Scull adoptó una estrategia defensiva, moviéndose constantemente por el ring y evitando el intercambio de golpes. Canelo, conocido por su agresividad, intentó acorralar a su rival, pero los primeros asaltos se caracterizaron por una notable falta de acción.
En el cuarto round, Canelo logró conectar algunos golpes al cuerpo de Scull, pero el cubano respondió con esquivas y contraataques que no representaron peligro. La falta de compromiso ofensivo de ambos generó frustración entre los espectadores, quienes esperaban una batalla más vibrante.
A medida que avanzaba la pelea, Scull mantuvo su táctica evasiva, lo que llevó a momentos inusuales: en el noveno asalto, ambos boxeadores pasaron más de 20 segundos sin lanzar un solo golpe. Este episodio, captado en video, se volvió viral en redes sociales y desató críticas sobre el nivel del espectáculo.
Canelo, visiblemente molesto, recibió una advertencia del árbitro por un golpe bajo en el noveno round, reflejando su incomodidad ante la estrategia de Scull. A pesar de esto, el mexicano dominó en las tarjetas de los jueces gracias a su mayor precisión, conectando el 54% de sus golpes de poder.
Al final, Canelo se llevó la victoria por decisión unánime con tarjetas de 115-113, 116-112 y 119-109. Sin embargo, el triunfo no fue bien recibido por todos. El mexicano expresó su descontento, afirmando que no disfruta pelear contra rivales que “solo buscan sobrevivir”.
Las críticas no se hicieron esperar. Un especialista señaló que el combate fue “somnífero”, mientras que aficionados lamentaron que el boxeo perdiera con una pelea que no cumplió las expectativas. Algunos incluso acusaron a Canelo de elegir rivales poco competitivos.
Tras el combate, se anunció que Canelo enfrentará a Terence Crawford el 12 de septiembre en Las Vegas, un duelo que promete ser más emocionante. Por ahora, la pelea contra Scull queda como un capítulo olvidable en la carrera del campeón mexicano.
La velada, que formó parte de la Riyadh Season, incluyó otros combates destacados, como la victoria de Jaime Munguía sobre Bruno Surace. Sin embargo, el evento principal dejó un sabor amargo entre los fanáticos del boxeo.

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La pelea más aburrida de la historia: Canelo Álvarez vence a William Scull en un combate sin emoción
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