La presidenta Claudia Sheinbaum anunció con bombo y platillo que las autopartes mexicanas no pagarán aranceles en Estados Unidos, una decisión que, según ella, fortalece la economía nacional. Durante su conferencia matutina, la mandataria no escatimó en autoproclamas, calificando la medida como una gran noticia para la industria automotriz. Pero, ¿qué hay detrás de este supuesto triunfo?
El anuncio llega tras negociaciones encabezadas por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. Sheinbaum afirmó que las autopartes mexicanas cumplen con las reglas de origen del T-MEC, lo que les permite entrar sin impuestos al mercado estadounidense. Sin embargo, no todo es tan claro como lo pintan.
La exención de aranceles beneficia a un sector clave, con exportaciones valuadas en 70 mil millones de dólares. Pero el gobierno de Morena omite mencionar que esta decisión podría ser una concesión para calmar las tensiones con el presidente Donald Trump, quien ha presionado con medidas proteccionistas. ¿Está México cediendo soberanía económica a cambio de favores comerciales?
Marcelo Ebrard, siempre al frente de las negociaciones, destacó que las reuniones semanales con funcionarios estadounidenses han rendido frutos. Según él, México ha logrado un trato preferencial dentro del T-MEC. Pero, ¿por qué tanto énfasis en las autopartes y no en otros sectores igual de importantes? La opacidad en las negociaciones levanta sospechas.
Sheinbaum también reconoció que los aranceles al acero y aluminio siguen vigentes, afectando a otros sectores industriales. Aunque prometió seguir negociando, no explicó cómo planea resolver este problema ni por qué el gobierno no ha logrado un acuerdo más amplio. La industria automotriz parece ser la prioridad, pero ¿a costa de qué?
El discurso triunfalista de la presidenta contrasta con la realidad de otros sectores manufactureros que enfrentan restricciones comerciales. La falta de una estrategia integral para defender todas las industrias mexicanas pone en duda la efectividad de este gobierno. ¿Es esta exención un logro real o solo una cortina de humo para distraer?
Mientras Sheinbaum y Ebrard celebran, las preguntas persisten: ¿qué compromisos asumió México en estas negociaciones? ¿Por qué no se transparentan los detalles de los acuerdos con Estados Unidos? La economía mexicana merece más que victorias parciales y discursos grandilocuentes.
Este anuncio, presentado como un gran avance, podría ser solo un parche en una relación comercial cada vez más complicada con el vecino del norte. El gobierno de Morena deberá rendir cuentas sobre los costos reales de estas negociaciones y demostrar que no está sacrificando los intereses de México.

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¡ESCÁNDALO EN EL GOBIERNO! SHEINBAUM CELEBRA EXENCIÓN DE ARANCELES, PERO ¿A QUÉ COSTO?
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