La inteligencia artificial de Apple enfrenta un momento crítico por retrasos en su desarrollo, cambios internos y una demanda que sacude a la compañía. Un artículo reciente revela que la tecnológica de Cupertino batalla para mantenerse a la vanguardia en un campo donde la competencia no da tregua.
El asistente Siri, uno de los pilares de la IA de Apple, ha quedado rezagado frente a rivales como ChatGPT o Google Gemini. Los intentos por mejorarlo se han topado con obstáculos técnicos y una reorganización en el equipo de desarrollo, lo que ha generado dudas sobre su capacidad para innovar a la velocidad que el mercado exige.
A esto se suma una demanda en Estados Unidos que acusa a Apple de prácticas monopólicas, relacionadas con el control de su ecosistema y la forma en que limita la competencia en servicios de IA. Este proceso legal podría complicar aún más sus planes de expansión en este sector.
Pese a los avances prometidos con Apple Intelligence, la compañía parece estar perdiendo terreno. Expertos señalan que la falta de una estrategia clara y los tropiezos internos podrían afectar su posición como líder tecnológico.
El dinamismo de la inteligencia artificial exige respuestas rápidas, y Apple está bajo presión para demostrar que puede adaptarse. Mientras tanto, sus competidores no esperan, y el futuro de su IA pende de un hilo.