Una organización estadounidense ha sacudido al Vaticano con graves acusaciones contra dos de los principales candidatos a suceder al Papa Francisco. Los cardenales Pietro Parolin y Luis Antonio Tagle, considerados favoritos para el próximo cónclave, han sido señalados por no actuar con firmeza ante casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes. Estas revelaciones han generado un intenso debate sobre el futuro liderazgo de la Iglesia católica.
La organización Bishop Accountability, dedicada a documentar abusos sexuales en la Iglesia y apoyar a las víctimas, fue la encargada de lanzar las acusaciones. En una conferencia de prensa en Roma, sus representantes afirmaron que Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano, ha jugado un papel central en mantener oculta información crucial sobre delitos sexuales. Según la organización, las solicitudes de documentos por parte de autoridades civiles suelen quedar atrapadas en su oficina, sin respuesta.
Anne Barrett Doyle, codirectora de Bishop Accountability, fue contundente en sus declaraciones. Aunque reconoció que no hay evidencia de que Parolin o Tagle hayan encubierto directamente a sacerdotes abusadores, criticó su falta de acción para abordar este grave problema. En el caso de Parolin, destacó que su rol como diplomático le ha permitido evitar lidiar directamente con acusaciones, pero eso no lo exime de responsabilidad.
Por su parte, las acusaciones contra Tagle se centran en su tiempo como arzobispo de Manila. A pesar de su discurso elocuente sobre la sanación de las víctimas, la organización asegura que no ha implementado medidas efectivas para combatir los abusos en la Iglesia filipina. En Filipinas, las víctimas enfrentan un entorno hostil, donde denunciar es extremadamente difícil debido a la falta de protocolos claros.
Un caso que resalta la gravedad de la situación es el de Michal Gatchalian, un abogado filipino que denunció haber sido víctima de abuso a los 17 años. Gatchalian, el único sobreviviente de abus [continúa en el siguiente párrafo]
abuso en Filipinas que se ha presentado públicamente, relató cómo, hace más de 23 años, presentó su denuncia sin apoyo de su comunidad. Aseguró que, incluso hoy, las víctimas enfrentan las mismas dificultades para obtener justicia, lo que refleja la inacción de figuras como Tagle.
Las acusaciones también apuntan a la falta de transparencia del Vaticano. Barrett Doyle señaló que Parolin no ha cooperado con investigaciones internacionales, como la Comisión Real de Australia o el informe sobre abusos en Chile de 2018. Esta obstrucción, según la organización, equivale a un encubrimiento que impide llevar a los responsables ante la justicia.
El impacto de estas acusaciones podría influir en el próximo cónclave, donde se elegirá al sucesor de Francisco. Parolin, conocido por su perfil diplomático, y Tagle, visto como un candidato carismático, eran favoritos, pero estas críticas podrían cambiar las percepciones de los cardenales electores. La Iglesia católica enfrenta un momento crítico, con la necesidad de un líder que aborde de frente este escándalo.
Mientras el Vaticano se prepara para un nuevo capítulo, las víctimas y organizaciones como Bishop Accountability exigen mayor transparencia y acción. Las acusaciones contra Parolin y Tagle han puesto en el centro del debate la urgencia de reformas profundas para proteger a los más vulnerables y restaurar la confianza en la institución.

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Escándalo en el Vaticano: Acusan a favoritos para Papa de encubrir abusos sexuales
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