El primer trimestre de 2025 marcó un nuevo récord para México en el ingreso de remesas, alcanzando los 14 mil 269 millones de dólares. Esta cifra representa un aumento del 1.3 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2024, según datos del Banco de México. Las remesas, enviadas principalmente por mexicanos en Estados Unidos, siguen siendo un pilar clave de la economía nacional.
A pesar del incremento, el crecimiento de las remesas muestra una desaceleración. En marzo de 2025, México captó 5 mil 150 millones de dólares, un alza del 2.7 por ciento respecto al año anterior. Sin embargo, el número de operaciones disminuyó un 2.4 por ciento, y el monto promedio por remesa cayó ligeramente a 383 dólares. Estos datos reflejan una tendencia menos dinámica en comparación con años anteriores.
Las remesas han sido una fuente vital de ingresos para México, representando casi el 4 por ciento del Producto Interno Bruto. En 2024, el país cerró con un récord histórico de 64 mil 745 millones de dólares. Este flujo de dinero beneficia a millones de familias mexicanas, especialmente en comunidades de bajos ingresos, y es considerado por el gobierno como un motor económico.
Sin embargo, el contexto internacional genera incertidumbre. La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, con políticas migratorias más estrictas, ha levantado alertas. Durante febrero de 2025, primer mes completo de su mandato, las remesas mostraron una caída, aunque se recuperaron parcialmente en marzo. Las medidas de Trump podrían impactar a los casi 40 millones de mexicanos en Estados Unidos.
Entre las preocupaciones destaca la posible imposición de un impuesto del 10 por ciento a las remesas enviadas desde Estados Unidos. Expertos estiman que esta medida podría reducir los ingresos por remesas en hasta 13 mil millones de dólares al año. Esto afectaría directamente a las familias mexicanas que dependen de estos recursos para su sustento diario.
A pesar de estos temores, el banco BBVA sostiene que no hay evidencia clara de un impacto significativo en las remesas de América Latina por políticas migratorias. Sin embargo, las deportaciones masivas son una amenaza latente, ya que los mexicanos representan casi la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos. Este escenario mantiene en vilo a las autoridades mexicanas.
El Banco de México también reportó que las remesas enviadas desde México al extranjero crecieron un 26.8 por ciento en septiembre de 2024, alcanzando los 98 millones de dólares. Aunque esta cifra es menor en comparación con los ingresos, refleja una mayor movilidad financiera de los residentes en el país.
México sigue siendo el segundo mayor receptor de remesas a nivel mundial, solo por detrás de India, según el Banco Mundial. En un entorno de incertidumbre económica global y presiones por las políticas de Trump, las remesas continúan siendo un salvavidas para millones de hogares mexicanos, aunque su futuro permanece incierto.