La presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta una nueva controversia tras las recientes acusaciones del expresidente Ernesto Zedillo, quien la señala de buscar distraer a la ciudadanía de los problemas actuales. En una carta pública, Zedillo criticó duramente a la mandataria, asegurando que sus acciones y las de su partido, Morena, están enfocadas en desviar la atención de los errores del gobierno anterior y los daños causados por proyectos cuestionados.
Zedillo, quien rompió su silencio político tras años de mantenerse al margen, acusó a Sheinbaum de usar el tema del Fobaproa, un rescate bancario de su administración en los años 90, como cortina de humo. Según el exmandatario, la presidenta recurre a estos ataques para evitar rendir cuentas sobre obras como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y la cancelación del aeropuerto de Texcoco, proyectos que han generado críticas por su costo y resultados.
En respuesta, Sheinbaum no se quedó callada y desde su conferencia matutina arremetió contra Zedillo, calificándolo de defensor de un Poder Judicial corrupto y recordando las masacres de Acteal y Aguas Blancas durante su sexenio. La presidenta insistió en que su gobierno promueve la democracia al permitir que el pueblo elija a los jueces, un punto que Zedillo ha calificado de “farsa” que destruirá la independencia del Poder Judicial.
El intercambio de acusaciones ha escalado en los últimos días, con Zedillo afirmando que Sheinbaum y Morena buscan consolidar un régimen autoritario. En su más reciente carta, el expresidente aseguró que la presidenta evade los problemas actuales, como los aranceles impuestos por Estados Unidos, al enfocarse en criticar a gobiernos de hace más de 25 años.
Por su parte, Morena ha respondido con fuerza. La senadora Guadalupe Chavira propuso crear una comisión en el Senado para investigar a Zedillo, mientras que la dirigente nacional del partido, Luisa María Alcalde, acusó al exmandatario de incomodarse con la democracia y defender los intereses de la derecha. Estas declaraciones han avivado el fuego de un enfrentamiento que parece lejos de terminar.
El pleito entre Sheinbaum y Zedillo ha captado la atención pública, pero también ha generado críticas. Analistas señalan que este cruce de acusaciones podría ser una estrategia de la presidenta para desviar la atención de temas urgentes, como la inseguridad y los retos económicos que enfrenta México ante la nueva administración de Donald Trump en Estados Unidos.
Mientras tanto, Zedillo insiste en que la democracia mexicana está en peligro. En sus cartas, ha pedido auditorías independientes sobre los proyectos estrella del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, argumentando que la ciudadanía merece saber cuánto costaron y qué beneficios reales han traído al país.
Este enfrentamiento político no solo revive viejas heridas del pasado, sino que pone en el centro del debate el rumbo que está tomando el país bajo el liderazgo de Sheinbaum. La pregunta que queda en el aire es si este intercambio de señalamientos logrará esclarecer los problemas actuales o solo servirá para polarizar aún más a la sociedad mexicana.