En un hecho que ha conmocionado a Japón, un hombre fue detenido en Osaka tras atropellar deliberadamente a siete niños con su camioneta. El incidente ocurrió el jueves en una zona escolar, dejando a los menores heridos, aunque ninguno de gravedad. La policía reveló que el conductor, de 49 años, admitió su acto con una declaración escalofriante: “Estoy harto de todo, quería aplastarlos y matarlos”.
Los niños, de entre siete y ocho años, regresaban de la escuela cuando la camioneta los embistió. Una niña sufrió una fractura de mandíbula, la lesión más grave reportada. Los otros seis menores, todos varones, presentaron contusiones y rasguños. Testigos describieron la escena como caótica, con la camioneta zigzagueando antes de impactar a los pequeños.
Un testigo relató a la prensa local que la niña herida estaba cubierta de sangre, mientras otros niños gritaban de dolor. Los profesores de la escuela cercana actuaron rápidamente, sacando al conductor del vehículo. El hombre, que llevaba una mascarilla, parecía en estado de shock, según los relatos. La policía lo arrestó en el lugar de los hechos.
Las autoridades japonesas han catalogado el incidente como un ataque deliberado. El conductor, identificado como un residente local, no tenía antecedentes penales, pero su confesión ha generado alarma. Las investigaciones buscan esclarecer qué lo llevó a cometer este acto, mientras la comunidad escolar permanece en shock.
El ataque ocurrió en una zona residencial de Osaka, conocida por su tranquilidad. Los padres de los niños afectados han expresado su indignación y temor. Algunos han cuestionado la seguridad en las rutas escolares, exigiendo medidas más estrictas para proteger a los estudiantes.
Este no es el primer incidente de este tipo en Japón. En 2008, un hombre mató a siete personas en Tokio al embestir a una multitud y apuñalar a varios peatones. Ese caso, que terminó con la ejecución del culpable en 2022, reabrió el debate sobre la salud mental y la prevención de actos violentos.
La policía de Osaka ha reforzado la vigilancia en las escuelas de la ciudad. Mientras tanto, los niños heridos están siendo atendidos en hospitales locales. Los médicos han confirmado que todos están fuera de peligro, pero algunos requerirán atención psicológica tras el trauma.
El caso ha generado un debate en Japón sobre el estrés social y la salud mental. Expertos señalan que la pandemia y las presiones económicas podrían estar afectando a la población, aunque no justifican actos de violencia. Las autoridades han prometido una investigación exhaustiva para evitar que tragedias como esta se repitan.
La comunidad de Osaka se ha unido para apoyar a las familias afectadas. Vecinos y organizaciones locales han ofrecido ayuda, mientras las escuelas han implementado medidas temporales de seguridad. El conductor enfrenta cargos por intento de homicidio y lesiones graves, con una posible condena de varios años.
Este trágico suceso ha puesto en el centro de la discusión la necesidad de abordar las causas de la violencia en la sociedad japonesa. Mientras los niños se recuperan, el país reflexiona sobre cómo prevenir que la frustración personal derive en actos que afectan a los más vulnerables.