Una explosión devastadora en una fábrica de aerosoles en la colonia Álamo Industrial, Guadalajara, dejó un saldo trágico de dos personas fallecidas, 18 heridos y un desaparecido. El incidente, ocurrido el pasado martes, ha destapado graves irregularidades en el cumplimiento de normas de seguridad por parte de la empresa afectada.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, señaló que la fábrica no cumplía con los lineamientos establecidos por Protección Civil. Este incumplimiento pone en evidencia la falta de supervisión efectiva por parte de las autoridades locales, permitiendo que una instalación de alto riesgo operara sin las medidas de seguridad necesarias.
La tragedia comenzó con un incendio que rápidamente se salió de control, desencadenando una explosión que sacudió la zona industrial. Vecinos y trabajadores reportaron un estruendo ensordecedor, seguido de columnas de humo que alarmaron a la comunidad. Los servicios de emergencia acudieron de inmediato, pero el daño ya estaba hecho.
El director de Protección Civil de Jalisco confirmó que la fábrica carecía de protocolos adecuados para manejar materiales inflamables, un factor clave en la magnitud del desastre. Esta revelación ha generado indignación entre los habitantes de la zona, quienes exigen respuestas claras sobre cómo se permitió operar a una empresa en tales condiciones.
Pablo Lemus ha prometido una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades. Sin embargo, las declaraciones del gobernador no calman las críticas hacia la gestión estatal, que parece haber fallado en la inspección y regulación de instalaciones industriales de este tipo.
Los heridos, varios de ellos en estado grave, han sido trasladados a hospitales cercanos. Las familias de las víctimas mortales y del desaparecido viven momentos de angustia, mientras las autoridades trabajan en la identificación de los restos y en la búsqueda de la persona que aún no ha sido localizada.
La colonia Álamo Industrial, conocida por su alta concentración de fábricas, enfrenta ahora un debate sobre la seguridad en el sector. Residentes y trabajadores temen que este tipo de incidentes puedan repetirse si no se implementan medidas más estrictas de supervisión.
Este suceso pone en el centro de la discusión la necesidad de fortalecer las políticas de prevención de riesgos en Jalisco. La tragedia de la fábrica del Álamo no solo deja un saldo humano irreparable, sino también una advertencia sobre las consecuencias de la negligencia en la seguridad industrial.
Las autoridades han anunciado que se revisarán otras instalaciones en la zona para evitar futuros desastres. Sin embargo, para muchos, estas acciones llegan tarde, y la confianza en las instituciones está profundamente afectada tras este lamentable episodio.