Manuel Cáceres Artesero, conocido mundialmente como Manolo el del Bombo, dejó un vacío en el corazón del fútbol español tras su fallecimiento a los 76 años. Este icónico seguidor de la selección española, nacido en San Carlos del Valle, Ciudad Real, dedicó más de cuatro décadas a animar a La Roja con su inseparable bombo, convirtiéndose en un símbolo de pasión y lealtad.
Desde su primer viaje en 1979 para apoyar a España en un partido contra Chipre, Manolo no se perdió casi ningún encuentro del combinado nacional. Su presencia en las gradas, con su boina oversized, camiseta roja y el característico bombo, era una constante en 10 Mundiales, desde España 1982 hasta Rusia 2018, además de ocho Eurocopas y cerca de 400 partidos.
El último partido que Manolo vivió con su selección fue el 23 de marzo de 2025, en Mestalla, donde España venció a Países Bajos en una emocionante tanda de penales para clasificar a la Final Four de la UEFA Nations League. Su energía incansable y su bombo resonaron una vez más, dejando un recuerdo imborrable entre los aficionados.
A lo largo de su vida, Manolo no solo siguió a la selección española, sino que también apoyó a clubes como Huesca, Real Zaragoza y Valencia. En esta última ciudad, regentó durante 32 años Tu Museo Deportivo, un bar cerca del estadio de Mestalla que se convirtió en un santuario para los amantes del fútbol, lleno de recuerdos y anécdotas.
La pandemia de covid-19 marcó un punto de inflexión para Manolo, obligándolo a cerrar su querido bar. En 2020, enfrentado a dificultades económicas, llegó a considerar vender uno de sus preciados bombos, un símbolo de su vida dedicada al fútbol. A pesar de las adversidades, su amor por el deporte nunca menguó.
Residente en Moncofa, Castellón, en sus últimos años, Manolo enfrentó problemas de salud que lo llevaron a ser internado en el Hospital Universitario La Plana de Villarreal por complicaciones respiratorias. Su muerte, confirmada el 1 de mayo de 2025, conmocionó al mundo del fútbol, que perdió a uno de sus más grandes embajadores.
La Selección Española de Fútbol expresó su dolor en un comunicado, destacando la fidelidad de Manolo, quien acompañó al equipo en las victorias y las derrotas. Figuras como la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, lo despidieron como un “patrimonio nacional” cuya pasión seguirá inspirando.
Manolo el del Bombo no solo fue un aficionado, sino un ícono cultural que trascendió las gradas. Su bombo, que alguna vez llevó mensajes como “deporte sí, violencia no”, resonará en la memoria de quienes lo vieron animar con un fervor inigualable, desde los estadios de España hasta los rincones más lejanos del mundo.