El expresidente Ernesto Zedillo ha desatado una tormenta política al exigir a la presidenta Claudia Sheinbaum que aclare por qué Andrés Manuel López Obrador continúa recibiendo recursos públicos en lo que calificó como un “simulado retiro”. En una carta pública, Zedillo no se guardó nada y acusó al gobierno de Morena de ocultar información sobre los beneficios que AMLO recibe tras dejar la presidencia.
La polémica estalló después de que Sheinbaum criticara la pensión que Zedillo recibe del Banco de México, un monto que asciende a 143 mil pesos mensuales. El expresidente priista respondió con fuerza, defendiendo que su pensión es legal y transparente, producto de su trabajo en Banxico, y no dudó en señalar lo que considera una doble moral en el actual gobierno.
Zedillo fue más allá y vinculó la falta de claridad sobre los recursos de AMLO con la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia (INAI). Según el exmandatario, esta decisión busca encubrir los gastos que el erario público destina al expresidente, quien, a su juicio, disfruta de privilegios injustificados tras su salida del poder.
El enfrentamiento no se quedó en acusaciones personales. Zedillo aprovechó para demandar auditorías independientes a los megaproyectos de López Obrador, como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México. Para él, estas obras son “caprichos” que han costado millones al pueblo mexicano sin beneficios claros.
Sheinbaum, por su parte, no se quedó callada. En su conferencia matutina, la presidenta anunció que expondrá los detalles del Fobaproa, el polémico rescate bancario de la era Zedillo, para recordar lo que considera una mancha en su legado. La mandataria acusó al expresidente de haber favorecido a empresarios y provocado una crisis económica que aún pesa en el país.
El choque entre ambos líderes ha reavivado el debate sobre la transparencia en el uso de recursos públicos. Zedillo insistió en que el gobierno de Morena recurre a “calumnias e insultos” para evadir su responsabilidad, mientras que Sheinbaum defiende la narrativa de la Cuarta Transformación, acusando a sus antecesores de corruptos y elitistas.
En su carta, Zedillo también criticó la reforma judicial impulsada por Morena, calificándola como un golpe a la democracia mexicana. Aseguró que el proceso de elección de jueces por voto popular pone en riesgo la independencia del Poder Judicial y abre la puerta a influencias del crimen organizado.
La tensión entre Zedillo y Sheinbaum refleja una polarización que no da tregua. Mientras el expresidente pide cuentas claras sobre el retiro de AMLO, la presidenta redobla su apuesta por desacreditar el pasado priista. Este nuevo capítulo de confrontación promete mantener a México en vilo, con más revelaciones por venir.