La mañana de este miércoles, la violencia sacudió al municipio de Nacajuca, Tabasco, con el asesinato de Luis Alberto Rivera, secretario técnico del ayuntamiento. El funcionario fue atacado a balazos mientras salía de su domicilio en la ranchería Taxco, un hecho que ha conmocionado a la comunidad y destapa la grave crisis de inseguridad en la región.
Según los primeros reportes, Rivera circulaba en su vehículo cuando dos sujetos armados a bordo de una motocicleta lo interceptaron. Los agresores dispararon en repetidas ocasiones, dejando al funcionario con al menos diez impactos de bala. A pesar de ser trasladado de urgencia para recibir atención médica, las heridas fueron mortales y perdió la vida minutos después.
El ataque ocurrió alrededor de las 8:30 de la mañana, en una zona residencial de la ranchería Taxco. Testigos relataron que los sicarios actuaron con rapidez y precisión, huyendo del lugar sin que las autoridades lograran capturarlos de inmediato. Este modus operandi refleja la audacia con la que operan los grupos criminales en Tabasco, ante la aparente incapacidad de las fuerzas de seguridad.
Luis Alberto Rivera, conocido como “Beto Buche”, era una figura clave en el ayuntamiento de Nacajuca, cercano al alcalde Roberto Ocaña Leyva, quien asumió el cargo bajo las siglas del Partido del Trabajo tras romper con Morena. Rivera no solo se desempeñaba como secretario técnico, sino que también era director de una escuela local, lo que lo convertía en un personaje reconocido en la comunidad.
Horas después del crimen, el alcalde Ocaña Leyva expresó sus condolencias durante un evento público, donde se entregaron patrullas para reforzar la seguridad municipal. En un gesto simbólico, pidió un minuto de silencio en memoria de Rivera, pero sus palabras no logran ocultar la gravedad de la situación: Nacajuca vive bajo la sombra de la violencia, con un aumento alarmante de homicidios y ataques armados.
Las autoridades estatales y federales desplegaron un operativo en la zona para dar con los responsables, pero hasta el momento no se reportan detenciones. La falta de avances en las investigaciones solo alimenta la percepción de impunidad que prevalece en Tabasco, un estado donde los enfrentamientos entre grupos criminales han escalado en los últimos meses.
Este asesinato se suma a una ola de violencia que azota a la entidad. En lo que va del año, Tabasco ha registrado un incremento del 252% en homicidios, pasando de 253 casos en 2023 a 892 en 2024. Los bloqueos carreteros, quema de vehículos y ataques a policías son cada vez más frecuentes, mientras los ciudadanos exigen respuestas concretas del gobierno.
El caso de Rivera también levanta sospechas sobre posibles motivos políticos. Algunos medios locales sugieren que el ataque podría estar ligado a la organización de la Feria Tabasco 2025, un evento en el que la hermana del funcionario, Melba Rivera, está involucrada. Sin embargo, las autoridades no han confirmado esta línea de investigación, dejando más preguntas que respuestas.
La muerte de Luis Alberto Rivera no es un hecho aislado, sino un reflejo del colapso de la seguridad en Tabasco. Mientras los responsables siguen prófugos, la ciudadanía de Nacajuca vive con miedo, atrapada en una realidad donde la violencia parece imponerse sin freno. Este crimen pone en evidencia la urgencia de acciones efectivas para devolver la paz a un municipio que no puede seguir siendo rehén del crimen.