La desaparición de una pareja estadounidense en Coatzacoalcos, Veracruz, sigue sin resolverse, y las autoridades están desesperadas. La Fiscalía General del Estado ha puesto sobre la mesa una recompensa de 700 mil pesos para quien proporcione datos que ayuden a encontrar a Frank Guzmán y Caroline Katba, vistos por última vez en julio de 2024.
Ocho meses han pasado desde que se perdió el rastro de esta pareja, y la inseguridad en la zona no da tregua. Ambos, provenientes de Texas, viajaban rumbo a Chile cuando, tras detenerse en Coatzacoalcos, dejaron de comunicarse con sus familias. La última señal de vida fue el 22 de julio, y desde entonces, el silencio ha sido total.
La violencia en Veracruz no es noticia nueva, pero este caso pone en evidencia la incapacidad del gobierno para garantizar la seguridad. La Fiscalía ofrece 350 mil pesos por cada uno, un intento tardío por mostrar acción tras meses de nulos avances en la investigación.
El sur de Veracruz, especialmente Coatzacoalcos, sigue siendo un punto rojo en el mapa del crimen. Los familiares de Guzmán y Katba han recurrido incluso al FBI, pero las autoridades mexicanas no logran dar respuestas. La recompensa es una medida extrema que refleja el caos que sigue reinando en la región.
Mientras el gobierno estatal y federal se lavan las manos, la desaparición de extranjeros suma presión internacional. Este caso es un recordatorio más de que la delincuencia opera sin freno, y las víctimas, nacionales o no, quedan a la deriva en un sistema que no protege a nadie.