En un fallo que ha sacudido a la sociedad mexicana, un tribunal de la Ciudad de México sentenció a 170 años de prisión a Gladis Giovanna Cruz Hernández y Mario Alberto Reyes Nájera por el secuestro y feminicidio de Fátima Cecilia, una niña de apenas siete años, en febrero de 2020. El caso, que conmocionó al país, expone una vez más la brutalidad de la violencia que azota a la capital y la impunidad que parece perpetuarse.
Fátima fue raptada el 11 de febrero de 2020 al salir de su escuela en la alcaldía Xochimilco. La pequeña esperaba a su madre, pero fue engañada por Giovanna, quien la llevó a una vivienda en la colonia Santiago Tulyehualco. Ahí, junto con Mario, la pareja cometió un acto atroz que terminó con la vida de la menor. El cuerpo de Fátima fue hallado días después, el 14 de febrero, en un predio, dentro de una bolsa de plástico.
La investigación reveló detalles escalofriantes. Giovanna y Mario no solo secuestraron a la niña, sino que la sometieron a agresiones físicas y sexuales antes de asesinarla. Las pruebas presentadas por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México fueron contundentes: testimonios, videos de cámaras de seguridad y evidencias forenses que dejaron sin escapatoria a los culpables.
El proceso judicial, que se extendió por más de cinco años, culminó con una sentencia ejemplar. Gladis Giovanna fue condenada a 88 años por feminicidio y 82 años por secuestro agravado. Mario Alberto recibió la misma pena, sumando un total de 170 años para cada uno. Aunque la legislación mexicana limita el cumplimiento efectivo a 70 años, el fallo busca enviar un mensaje claro contra la violencia hacia las mujeres y los menores.
Sonia López, tía de Fátima, expresó su dolor y exigió justicia desde el inicio del caso. En la audiencia final, su voz representó el clamor de una familia destrozada. La sentencia, dijo, no devolverá a Fátima, pero al menos garantiza que los responsables no volverán a dañar a nadie. Sus palabras reflejan el sentimiento de miles de mexicanos que ven en este caso un símbolo de la lucha contra la inseguridad.
La tragedia de Fátima desató protestas masivas en 2020, con ciudadanos exigiendo un alto a la violencia y mayor protección para los niños. Organizaciones feministas y colectivos de derechos humanos señalaron entonces la falta de políticas efectivas para prevenir estos crímenes. Cinco años después, el panorama no parece haber cambiado: los feminicidios y secuestros siguen siendo una constante en el país.
La sentencia llega en un momento en que la Ciudad de México enfrenta críticas por el aumento de la violencia. Casos como el de Fátima evidencian la vulnerabilidad de los menores y la incapacidad de las autoridades para garantizar su seguridad. La alcaldía Xochimilco, en particular, ha sido señalada por su falta de vigilancia en zonas escolares, un problema que se repite en otras partes de la capital.
Este fallo, aunque significativo, no borra el dolor de una sociedad que sigue exigiendo justicia. La memoria de Fátima Cecilia, una niña cuyos sueños fueron truncados, permanece como un recordatorio de la urgencia de actuar contra la violencia. Mientras los responsables enfrentan las consecuencias, México sigue esperando respuestas para que casos como este no se repitan.

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170 años de cárcel para la pareja que secuestró y asesinó a la niña Fátima: un crimen que indigna a México
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