Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

Asesinan a balazos al secretario técnico del ayuntamiento de Nacajuca en Tabasco

La mañana del martes 29 de abril, Luis Alberto Rivera Rivera, secretario técnico del ayuntamiento de Nacajuca, Tabasco, fue brutalmente asesinado a balazos al salir de su domicilio en la ranchería Taxco. El ataque, perpetrado por dos sujetos armados a bordo de una motocicleta, dejó al funcionario sin vida tras recibir al menos 14 disparos. Este crimen sacude al municipio y pone en evidencia la creciente ola de violencia que azota la región.
El ataque ocurrió alrededor de las 8:30 de la mañana, cuando Rivera Rivera se dirigía al Palacio Municipal. Los agresores lo interceptaron y abrieron fuego sin mediar palabra, según los primeros reportes. Paramédicos llegaron al lugar, pero solo pudieron confirmar que la víctima ya no presentaba signos vitales. La escena, marcada por los impactos de bala, refleja la saña con la que se cometió el homicidio.
Elementos de la Policía Municipal acordonaron la zona, mientras que personal de la Fiscalía General del Estado de Tabasco realizó las diligencias correspondientes. El cuerpo del funcionario fue trasladado para la necropsia de ley. Hasta el momento, las autoridades no han revelado avances significativos sobre los responsables o los motivos detrás de este asesinato.
Rivera Rivera era parte del equipo cercano del presidente municipal de Nacajuca, Roberto Ocaña, quien pertenece al partido Morena. Su ejecución lo convierte en el primer funcionario de alto nivel asesinado en Tabasco en lo que va del 2025. Este hecho levanta serias preguntas sobre la seguridad de los servidores públicos en un estado donde la delincuencia parece ganar terreno.
El presidente municipal expresó su consternación por el crimen, asegurando que obliga a las autoridades a redoblar esfuerzos contra la inseguridad. Sin embargo, la falta de resultados concretos en el combate a la violencia genera desconfianza entre los ciudadanos. La población de Nacajuca, atemorizada, exige respuestas y medidas efectivas para frenar esta escalada de violencia.
Tabasco ha registrado un aumento alarmante en los índices de violencia en los últimos meses. Homicidios, extorsiones y enfrentamientos armados son cada vez más frecuentes, mientras que las autoridades locales y estatales parecen incapaces de contener la situación. El asesinato de Rivera Rivera no es un caso aislado, sino parte de una crisis de seguridad que afecta a todo el estado.
La impunidad sigue siendo un problema central. Casos como este, donde funcionarios son atacados a plena luz del día, evidencian la fragilidad de las instituciones y la audacia de los grupos criminales. Los habitantes de Nacajuca temen que este crimen quede sin esclarecer, como muchos otros en la entidad.
Este asesinato no solo enluta a la familia de Luis Alberto Rivera, sino que también golpea a una comunidad que ve con impotencia cómo la violencia se apodera de sus calles. La falta de acción contundente por parte del gobierno estatal y federal, ambos en manos de Morena, alimenta la percepción de que la seguridad no es una prioridad.
Mientras las investigaciones avanzan, la ciudadanía espera que este caso no se sume a la larga lista de crímenes sin resolver. La muerte de Rivera Rivera es un recordatorio de que la inseguridad no distingue cargos ni lugares, y que sin estrategias efectivas, Tabasco seguirá atrapado en esta espiral de violencia.

Compartir:

Noticias Relacionadas