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Ternium bajo fuego por contaminar el arroyo La Talaverna en Nuevo León

La empresa siderúrgica Ternium, dirigida por Máximo Vedoya, enfrenta una ola de críticas tras el derrame de 400 mil litros de cloruro ferroso y agua ácida en el arroyo La Talaverna, en Nuevo León. Este incidente, ocurrido el pasado 18 de abril, ha desatado la indignación de autoridades y ciudadanos, quienes señalan a la compañía por su aparente negligencia en el manejo de sustancias tóxicas.
El derrame, originado en la planta de Ternium en Churubusco, ha contaminado 11 kilómetros del arroyo, afectando los municipios de San Nicolás, Apodaca, Pesquería y Guadalupe. Los químicos vertidos, altamente corrosivos, representan un riesgo ambiental y sanitario, según especialistas, quienes advierten sobre posibles daños a la salud pública y al ecosistema local.
El alcalde de San Nicolás, Daniel Carrillo, ha sido uno de los más críticos, exigiendo el cierre inmediato de la planta. Carrillo subrayó que la salud de los ciudadanos debe ser la prioridad y acusó a Ternium de no implementar medidas efectivas para evitar este tipo de desastres.
Por su parte, la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León, encabezada por Alfonso Martínez Muñoz, anunció que se evalúan sanciones severas contra la empresa, incluyendo la posibilidad de clausura o reubicación. Martínez Muñoz afirmó que esta semana se definirá el castigo, destacando que todas las opciones están sobre la mesa para proteger a la ciudadanía.
Legisladores locales, como Claudia Chapa, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, y Sandra Pámanes, vicecoordinadora de Movimiento Ciudadano, se han sumado a las exigencias de sanciones penales contra los responsables. Chapa calificó el incidente como una muestra más de la laxitud de Ternium en sus procesos industriales.
Vecinos de las zonas afectadas, como la colonia San Miguel en Guadalupe, han reportado la presencia de residuos industriales en el arroyo, visibles incluso a la altura del Boulevard Acapulco. Residentes como Salvador Fuentes, de 69 años, expresaron su frustración, señalando que la contaminación de Ternium ha sido un problema recurrente durante décadas.
La Comisión Nacional del Agua también ha intervenido, iniciando un proceso sancionador contra Ternium que podría alcanzar los 5 millones de pesos. Sin embargo, ciudadanos como Fuentes dudan de la efectividad de estas multas, argumentando que no representan un impacto significativo para una empresa de la magnitud de Ternium.
El historial de Ternium en Nuevo León no ayuda a calmar los ánimos. Informes previos han señalado a la compañía como una de las principales emisoras de metales pesados como plomo, cadmio y cromo, además de gases de efecto invernadero. En 2023, su planta en Pesquería emitió el equivalente al 37% del dióxido de carbono de toda la zona metropolitana de Monterrey.
Las críticas también apuntan a las estrategias de Ternium para limpiar su imagen, conocidas como greenwashing. A pesar de promover actividades como maratones y campañas de salud, los datos muestran que sus esfuerzos de mitigación, como la captura de 280 mil toneladas de dióxido de carbono en 2023, son mínimos frente a las emisiones totales de la empresa.
Este nuevo escándalo ambiental pone a Ternium en el centro de la controversia, mientras autoridades y ciudadanos exigen medidas concretas para evitar que incidentes como el del arroyo La Talaverna se repitan. La presión aumenta para que la empresa asuma responsabilidad por el daño causado.

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