El Instituto Nacional Electoral ha finalizado la impresión de más de 601 millones de boletas para la elección judicial del 1 de junio, un evento sin precedentes en la historia de México. Este proceso, que busca renovar el Poder Judicial, ha sido impulsado por el gobierno de Morena como una transformación clave, pero no está exento de críticas y cuestionamientos.
Las boletas, producidas en los Talleres Gráficos de México, incluyen las correspondientes a ministros de la Suprema Corte, magistrados del Tribunal Electoral, jueces de distrito y otros cargos judiciales. La magnitud de esta tarea refleja la ambición de un proceso que, según el gobierno, busca democratizar la justicia en el país.
A partir del 30 de abril, iniciará la distribución de estas boletas a los consejos distritales en todo México. El INE ha garantizado que el proceso estará resguardado por la Guardia Nacional, asegurando que las boletas lleguen a tiempo para la jornada electoral.
Sin embargo, la elección judicial ha generado controversia. Diversos sectores han señalado irregularidades en el proceso de selección de candidatos, incluyendo acusaciones de nexos con el crimen organizado. Estas críticas han puesto en duda la transparencia de un ejercicio que el gobierno de Claudia Sheinbaum defiende como revolucionario.
El diseño de las boletas también ha sido objeto de debate. Aunque el INE aprobó la mayoría de los formatos en diciembre, las boletas para jueces de distrito y magistrados de circuito tuvieron que ajustarse para incluir especialidades como penal o civil, lo que retrasó su producción.
Organizaciones civiles y partidos de oposición han advertido que la reforma judicial podría politizar el Poder Judicial, comprometiendo su independencia. Las acusaciones de favoritismo hacia candidatos afines a Morena han avivado el fuego de la desconfianza.
Por su parte, el gobierno federal insiste en que esta elección fortalecerá la justicia en México, dándole al pueblo la oportunidad de elegir a sus jueces. La narrativa oficial destaca el carácter histórico de la jornada, presentándola como un paso hacia un sistema más justo y accesible.
A medida que se acerca la fecha de la elección, la tensión crece. La ciudadanía espera un proceso transparente, pero las dudas persisten sobre si esta reforma cumplirá con las expectativas o si, por el contrario, profundizará las divisiones en el país.
El 1 de junio, millones de mexicanos acudirán a las urnas para decidir el futuro del Poder Judicial. Este ejercicio, único en el mundo, marcará un antes y un después en la democracia mexicana, aunque su éxito dependerá de la confianza que inspire en la población.

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¡Histórico! Concluye la impresión de millones de boletas para la elección judicial en México
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