Una explosión por pirotecnia en la iglesia de San Pedro Mártir, en Tlalpan, Ciudad de México, dejó un saldo de varios heridos y desencadenó una ola de inconformidad que paralizó la carretera México-Cuernavaca. El incidente, ocurrido durante la Feria de San Pedro, obligó a las autoridades a cancelar el evento, generando pérdidas económicas para los comerciantes locales.
El accidente ocurrió en medio de las celebraciones religiosas, cuando un mal manejo de pirotecnia provocó una explosión que causó heridas a varias personas. Los detalles sobre la gravedad de los lesionados no han sido plenamente aclarados, pero el hecho generó una respuesta inmediata de los servicios de emergencia, quienes atendieron a las víctimas en el lugar.
La alcaldía Tlalpan, encabezada por Gabriela Osorio Hernández, decidió suspender la Feria de San Pedro como medida preventiva. Esta determinación, aunque busca garantizar la seguridad, desató la furia de los locatarios, quienes dependían del evento para sus ingresos. Los comerciantes acusan a las autoridades de no haber previsto los riesgos asociados al uso de pirotecnia.
En respuesta a la cancelación, un grupo de comerciantes afectados bloqueó la carretera México-Cuernavaca a la altura de la calle 5 de Mayo. Los manifestantes exigieron la presencia de la alcaldesa Osorio Hernández para dialogar y encontrar soluciones a las pérdidas económicas sufridas. El bloqueo provocó un caos vial que afectó a cientos de automovilistas.
La carretera México-Cuernavaca, una de las vías más transitadas del país, quedó completamente paralizada durante varias horas. Conductores reportaron largas filas de vehículos y retrasos significativos, lo que aumentó la frustración de quienes intentaban circular por la zona. Las autoridades no han informado sobre una resolución inmediata al conflicto.
Los inconformes señalaron que el subdelegado de la zona se ha negado a devolver los pagos realizados por los espacios en la feria, lo que agravó las tensiones. Esta situación pone en evidencia la falta de coordinación entre las autoridades locales y los organizadores del evento, dejando a los comerciantes en una posición vulnerable.
La explosión en la iglesia de San Pedro Mártir no solo dejó heridos, sino que también expuso las fallas en la supervisión de actividades con pirotecnia en eventos masivos. La alcaldía Tlalpan enfrenta ahora el desafío de responder a las demandas de los afectados mientras intenta restablecer el orden en la vía bloqueada.
Hasta el momento, no se ha reportado una respuesta oficial de la alcaldesa Gabriela Osorio Hernández ni de las autoridades locales. La situación sigue en desarrollo, con los comerciantes decididos a mantener el bloqueo hasta obtener una solución clara a sus demandas.
Este incidente pone de manifiesto los riesgos de la pirotecnia en celebraciones tradicionales y la importancia de implementar medidas de seguridad más estrictas. Mientras tanto, los automovilistas y residentes de la zona esperan una pronta resolución para recuperar la normalidad en la carretera México-Cuernavaca.
La comunidad de San Pedro Mártir, conocida por su fervor religioso y tradiciones, se encuentra ahora en el centro de la controversia, con un evento que debía ser motivo de unión convertido en un episodio de caos y descontento.