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La movilidad en Nuevo León sigue en crisis: el transporte público se atrasa por el tráfico

El Instituto de Movilidad y Accesibilidad de Nuevo León ha reconocido que el transporte público enfrenta serios retrasos, y la culpa, según ellos, recae en el tráfico vehicular. Hernán Villarreal, titular de la Secretaría de Movilidad, explicó que la congestión en las vialidades de la zona metropolitana de Monterrey es el principal obstáculo para que los camiones cumplan con sus horarios.
En los últimos meses, los usuarios han expresado su frustración por las largas esperas y la falta de unidades. Muchos reportan que pasar más de 30 minutos en una parada es algo cotidiano, lo que afecta su puntualidad en el trabajo o en sus actividades diarias. La situación se agrava en horas pico, cuando el tráfico se intensifica.
Villarreal señaló que el aumento en el parque vehicular, impulsado por el crecimiento económico y la llegada de nuevas empresas, ha saturado las avenidas principales. Avenidas como Constitución y Morones Prieto son un caos en horarios clave, lo que retrasa aún más las rutas de transporte público.
A pesar de las promesas de modernización, el gobierno estatal admite que la renovación de la flotilla de camiones avanza lentamente. De las unidades en operación, muchas presentan fallas mecánicas frecuentes, lo que reduce la disponibilidad de transporte y agrava el problema de los tiempos de espera.
El funcionario destacó que se han implementado medidas como la reestructuración de rutas y la incorporación de pagos electrónicos, pero los resultados aún no son visibles para los usuarios. La falta de carriles exclusivos para el transporte público también limita la posibilidad de agilizar los traslados.
Organizaciones ciudadanas, como el Observatorio de Movilidad, han criticado la gestión del gobierno estatal. Argumentan que la planeación urbana no ha sido suficiente para enfrentar el crecimiento de la ciudad y que las soluciones propuestas, como más camiones, no resuelven el problema de fondo del tráfico.
Por su parte, los usuarios exigen mejoras inmediatas. La tarifa del transporte ha incrementado en los últimos años, pero la calidad del servicio no refleja este ajuste. Muchos consideran que pagar más por un servicio ineficiente es injusto.
El gobierno de Nuevo León asegura que trabaja en un plan a largo plazo para aliviar el caos vial. Entre las propuestas está la ampliación de la red de transporte masivo, incluyendo nuevas líneas de Metrorrey, pero estas obras no estarán listas antes de 2027.
Mientras tanto, los regiomontanos siguen lidiando con un sistema de transporte que no da abasto. La promesa de una movilidad eficiente parece lejana, y el tráfico continúa siendo la excusa principal para un problema que no encuentra solución inmediata.
La situación pone en evidencia la necesidad de una estrategia integral que no solo dependa de más unidades, sino de una mejor gestión del tráfico y una infraestructura que priorice el transporte público sobre el vehículo particular.

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