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Cardenal condenado por corrupción se retira del cónclave para elegir al nuevo Papa

El cardenal italiano Angelo Becciu, condenado por delitos financieros, ha decidido no participar en el cónclave que elegirá al próximo Papa, programado para el 7 de mayo. La decisión llega tras una intensa controversia sobre su posible asistencia, a pesar de haber sido despojado de sus derechos cardenalicios por el papa Francisco en 2020.
Becciu, de 76 años, fue sentenciado en 2023 a cinco años y medio de prisión por malversación de fondos y fraude, en un caso que marcó un hito al ser el primer cardenal juzgado por un tribunal penal del Vaticano. El escándalo involucró una fallida inversión en un edificio de lujo en Londres, que generó pérdidas millonarias para la Santa Sede.
A pesar de su condena, Becciu insistió inicialmente en su derecho a participar en el cónclave, argumentando que no existía una prohibición explícita por escrito. Según el cardenal, el papa Francisco incluso le había dado señales de haber reconsiderado su exclusión, permitiéndole asistir a eventos cardenalicios recientes.
La controversia escaló cuando el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, presentó dos cartas firmadas por Francisco, una de 2023 y otra de marzo de 2025, que reiteraban la exclusión de Becciu del cónclave. Estas misivas, reveladas en las reuniones previas al evento, dejaron claro el deseo del fallecido pontífice de mantener al cardenal fuera de la elección papal.
Becciu, quien mantiene su inocencia y ha apelado la sentencia, expresó que su decisión de retirarse busca preservar la “comunión y serenidad” del cónclave. En un comunicado, afirmó que obedece la voluntad de Francisco “por el bien de la Iglesia”, aunque sigue convencido de que su condena es injusta.
El caso de Becciu ha generado tensiones entre los cardenales, con algunos expresando malestar por el escándalo. El cardenal Fernando Filoni reconoció que la situación causaba “sufrimiento” entre los purpurados, mientras que otros abogaron por resolver el asunto para evitar distracciones durante el cónclave.
La exclusión de Becciu se enmarca en las reformas impulsadas por Francisco para mejorar la transparencia financiera del Vaticano. Su juicio destapó una red de operaciones opacas, incluyendo donaciones cuestionables a una asociación ligada a su hermano y pagos a una consultora que gastó fondos en artículos de lujo.
Con 135 cardenales habilitados para votar, el cónclave se llevará a cabo en la Capilla Sixtina bajo la presidencia del cardenal Pietro Parolin. La ausencia de Becciu representa un alivio para quienes temían que su participación empañara el proceso de elección del nuevo líder de la Iglesia Católica.
Este episodio pone de manifiesto los desafíos que enfrenta el Vaticano en su búsqueda de transparencia y unidad. Mientras los cardenales se preparan para elegir al sucesor de Francisco, el caso Becciu queda como un recordatorio de las complejidades que rodean a la institución en tiempos de cambio.

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