El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, protagonizó un momento insólito durante los festejos por la victoria del equipo en la Copa del Rey 2025. Tras derrotar al Real Madrid en la final disputada en La Cartuja, Sevilla, el dirigente culé fue captado en un gesto que ha generado revuelo: ofreció un cigarrillo al portero Wojciech Szczesny durante la ceremonia de premiación.
El encuentro, que terminó con un triunfo blaugrana, desató una fiesta entre los jugadores, el cuerpo técnico y la directiva. Sin embargo, fue la actitud desenfadada de Laporta la que se robó los reflectores. Según testigos, el presidente se acercó a Szczesny, conocido por su hábito de fumar, y le hizo un guiño mientras le mostraba un cigarrillo, en lo que pareció un intento de compartir la euforia del momento.
Szczesny, de 34 años, no es ajeno a la controversia por su afición al tabaco. En entrevistas previas, el guardameta polaco ha defendido su estilo de vida, asegurando que no afecta su rendimiento profesional. Su llegada al Barcelona en 2024, tras la lesión de Marc-André ter Stegen, fue vista como una solución temporal, pero sus actuaciones lo han consolidado como una pieza clave del equipo.
El gesto de Laporta, aunque interpretado por algunos como una broma, ha generado críticas en ciertos sectores. La imagen de un presidente de club promoviendo el consumo de tabaco, incluso en un contexto festivo, ha sido cuestionada por aficionados y comentaristas, quienes consideran que no refleja los valores de salud que promueve el deporte.
Por otro lado, algunos seguidores del Barcelona han restado importancia al incidente, destacando el ambiente de camaradería que se vivió tras la conquista del título. La relación entre Laporta y Szczesny, según fuentes cercanas al club, es cercana, y el gesto podría entenderse como una muestra de complicidad entre ambos.
La victoria en la Copa del Rey representa un hito para el Barcelona en la temporada 2024-2025. Bajo la dirección de Hansi Flick, el equipo ha mostrado un juego sólido, con Szczesny como uno de los pilares en la portería. El trofeo refuerza la confianza en el proyecto deportivo y en la gestión de Laporta, quien ha enfrentado altibajos desde su regreso a la presidencia en 2021.
El incidente, aunque menor en el contexto de la celebración, pone de manifiesto la personalidad extrovertida de Laporta. No es la primera vez que el presidente acapara titulares por actitudes fuera de lo convencional, como cuando protagonizó un “baño de cava” en 2009 durante otra celebración culé.
Mientras el Barcelona se prepara para los próximos desafíos en LaLiga y la Champions League, este episodio quedará como una anécdota que refleja el lado más humano, y a veces polémico, de la directiva blaugrana. La pregunta que queda en el aire es si este tipo de gestos seguirá marcando la gestión de Laporta en el club.